La joven torroxeña María Jimena Rico y su novia, Shaza Ismail, serán las abanderadas de la Marcha del Orgullo del Pride LGTBI y desfilarán en la cabecera de la manifestación, este sábado desde las 18.00 horas, para reivindicar de esta forma la doble discriminación contra las mujeres LBT --Lesbianas, Bisexuales y Transexuales--.
La marcha finalizará con la lectura de una manifiesto a las 20.00 horas en la plaza de la Nogalera a cargo de Rico e Ismail. El Ayuntamiento busca que esta edición del Pride sirva sobre todo para sacar a la luz los problemas que sufre este colectivo a causa de su condición sexual, en una fiesta para luchar por la igualdad de todos. Además, Dana International, la primera travesti que ganó Eurovisión, será la estrella del concierto del sábado, en un Pride que cuenta asimismo con artistas de renombre como Barei, según han informado desde el Ayuntamiento de Torremolinos a través de un comunicado.
Las dos jóvenes abanderadas han vivido una historia de persecución y represión que "ha estado a punto de costarles la libertad" a causa de su condición sexual, según ha relatado la pareja en varios medios de comunicación. La familia de la hispano-argentina Jimena, que vive en Torrox, comenzó a preocuparse al no tener noticias de ella durante varios días.
Las jóvenes intentaron subir a un avión en Dubái (Emiratos Árabes), donde reside la familia de Shaza. El padre de la egipcia intentó sobornar a Jimena para que volviese a España sola, sin su novia. Lejos de amedrentarse, utilizó el dinero para comprar un billete y escaparse con Shaza, en un viaje que pensaban realizar vía Georgia para llegar después a Londres, donde vivía la pareja desde hace cuatro años.
La situación se tornó rocambolesca y tensa en el aeropuerto de la capital georgiana, Tiflis. En la terminal se enteraron de que el padre de Shaza les había denunciado ante las autoridades de los Emiratos Árabes Unidos por su condición sexual. El hombre apareció en el aeropuerto de Tiflis con una abogada y varios familiares. Se produjo un altercado en el que destruyó el pasaporte de Jimena y se enzarzaron en una discusión que por momentos tomó tintes violentos.
Sin embargo, siempre según el relato de la española, consiguieron escapar y finalmente cruzaron a pie la frontera de Georgia con Turquía. Después, cogieron un autobús que las llevó hasta la ciudad de Samsum, en la costa turca del Mar Negro, donde fueron detenidas por la policía al estar indocumentadas.
Tras alrededor de 12 horas de arresto, quedaron en libertad y subieron a otro autobús hacia Estambul, pero fueron arrestadas de nuevo por la policía turca y trasladadas a un centro de deportación. El cónsul español en la metrópoli se personó en el centro y llevó a cabo los trámites para permitir su salida, con lo que finalmente salieron y llegaron a Barcelona. En la ciudad condal alquilaron un coche y viajaron por carretera hasta Torrox, para evitar la presión mediática suscitada en España tras conocerse su historia hace unos días.