Ángel Oliva Beltrán (Zaragoza, 1961) fue el entrenador del Arcos la temporada en la que el conjunto arcense se metió en la promoción de ascenso a Segunda B por primera vez en su historia, quedándose a las puertas del la gloria deportiva al caer eliminado en el enfrentamiento ante el C.D. Puertollano después de que los blancos dejasen en la cuneta al Granada Atlético en la primera de las dos eliminatorias reglamentarias, y con el que llegó a enfrentarse en el Nuevo Los Cármenes en un partido que siempre permanecerá imborrable en la memoria de los seguidores blancos. Estuvo en el Cádiz C.F. como segundo, dirigió al Cádiz B durante cuatro temporadas, fue segundo en el Ciudad de Murcia, Xerez C.D. y Rayo Vallecano y primer entrenador en el Ronda a lo largo de tres campañas. Por ello, el técnico aragonés afincado en la ‘Tacita de Plata’ es la persona ideal para pulsar unos recuerdos que adquieren carta de naturaleza y vigencia ante el nuevo reto que se le presenta al club del Barbadillo y que no es otro que inscribirse por primera vez como club del Grupo IV de la Segunda División B del fútbol español, una tarea titánica que se pone al alcance de los blancos después de 11 años de sequía deportiva.
¿Qué conoces del rival del Arcos, la S.D. Ejea?
—La verdad es que el Ejea siempre ha sido un equipo potente de la Tercera aragonesa, aunque este año ha tenido algún problema para clasificarse, tal vez porque tuvo un inicio irregular pero, a priori, es un equipo fuerte con cuatro o cinco jugadores muy interesantes pero pienso que el Arcos, tal como ha funcionado y trabajado durante toda la liga y pese a los últimos resultados desfavorables en casa, tiene muchas opciones de superar la eliminatoria.
¿Crees que las dos derrotas de final de liga en el Barbadillo pueden hacer mella en el equipo de cara a los playoffs?
—Es diferente, pero parecido a lo que nos ocurrió en el 2006 al final de la liga con el Sanluqueño y el San Fernando siendo la promoción una continuidad de lo que se ha venido haciendo en la liga, pero todo eso puede quedarse en una simple anécdota durante la liguilla. El equipo hizo un buen partido en la Ciudad Deportiva del Betis y cada partido es diferente y esta es una eliminatoria de cuartos de final en la que tienes que ir pasando eliminatorias hasta llegar a la final. Conociendo el fútbol de Aragón y sabiendo cómo trabajan los equipos pienso que, en principio, el favorito es el Arcos.
¿Qué recuerdos te trae la nueva clasificación del Arcos para la promoción?
—Pues me trae recuerdos de lo que has vivido, de lo que se consiguió ese año en circunstancias totalmente diferentes a las de ahora. Está claro que son momentos inolvidables. La temporada 2005-06 fue para mí la más importante en mi carrera como profesional y lo único que nos faltó fue ponerle la guinda al pastel. A ver si esta vez la guinda que nosotros no pudimos poner lo consigue este grupo.
¿Te inclinas por el Arcos a pesar de tu origen maño?
—Lo primero que hay que ser es objetivo y realista. He visto al Arcos un par de veces este año y es un equipo fuerte y potente, con muy buenos jugadores, muy sólido y eso me hace pensar que tiene más opciones que el equipo aragonés.
¿Qué faceta del juego o virtud futbolística le añadirías al Arcos para hacerlo imbatible en la promoción?
—Para eso tenía que haberlo vivido y saber cómo ha funcionado el equipo a lo largo de la temporada, lo que sí te digo es que en cuanto a plantilla, a metodología y resultados obtenidos pese a estas dos últimas derrotas en casa pienso que es un equipo muy regular, muy sólido, muy competitivo, que sabe lo que tiene que hacer en determinadas fases del partido y en eliminatorias como esta es algo fundamental. Tener jugadores que sepan discernir bien cuando hay que hacer una cosa u otra para darle tranquilidad al equipo tanto en Ejea como en el Barbadillo.
¿Crees que la hora del partido de ida puede ser un detalle relevante en el desarrollo del encuentro?
—Normalmente, aquí en Aragón y quitando uno o dos equipos, los demás siempre juegan los domingos por la tarde. En Zaragoza está haciendo bastante calor estos días, aunque dan una bajada para mediados de semana. El sábado y el domingo vuelven a subir y no sé si es una estrategia planificada para hacerle más mella al rival, que ya de por sí tiene un viaje bastante fatigoso, pero en Arcos están más acostumbrados al calor que en Aragón. Mi deseo es que este año se consiga lo que no pudimos lograr nosotros pese a que el grupo era completamente diferente y animo a la afición para que esté a muerte con el equipo en el partido de vuelta como lo hizo con nosotros en el 2006.
