El Ayuntamiento y los bomberos de Málaga siguen sin acercar posturas a una semana de la huelga convocada para el 14 de marzo, que podría derivar en un ayuno de la plantilla si no se alcanza un acuerdo antes del próximo 1 de abril. El edil de Seguridad, Mario Cortés, defendió este martes, al transcurso de la última reunión, la postura municipal de incorporar, a partir del próximo año, las demandas a la negociación del convenio colectivo para 2018, insistiendo en que “lo que piden que se haga en 2017 no es posible ni jurídica ni legalmente”, pero avanzó la voluntad en trabajar y estudiar peticiones, “como la elaboración del nuevo reglamento, la segunda actividad o la reducción de guardias”.
Sobre la inminente huelga, advirtió que está suscrita “únicamente por 12 bomberos a título personal, sin respaldo sindical”. El popular también ha lanzado un mensaje a navegantes a los grupos políticos de la Corporación, que han enarbolado la lucha de los bomberos, que llevan más de dos meses de encierro. Cortés invita a partidos como el PSOE o Ciudadanos a que lleven las peticiones del colectivo hasta el Parlamento andaluz.
Sin embargo, el colectivo calificó el encuentro de “encerrona” para “lavar la imagen del equipo de Gobierno haciendo ver que están abiertos a negociar” y criticó la ausencia del alcalde, Francisco de la Torre, y el edil de Personal, Carlos Conde, en las negociaciones, insistiendo en que no se han abordado sus reivindicaciones históricas. Este jueves volverán a verse las caras, esta vez para negociar los servicios mínimos de la huelga que podría ser la primera de la historia del Cuerpo de Bomberos en Málaga.