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Sevilla

El Betis, en las faldas del Tourmalet

El Betis enfila desde ya su particular tourmalet de enero, y también de febrero, en el que los de Víctor Sánchez habrán de dilucidar sus auténticas aspiraciones

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  • Los jugadores con niños después de entrenar -

El Real Betis enfila desde ya su particular 'tourmalet' de enero, y también de febrero, en el que los de Víctor Sánchez habrán de dilucidar sus auténticas aspiraciones y posibilidades reales en LaLiga en un apretado calendario con siete partidos de los que cinco serán con rivales por la permanencia.

Pasadas las vacaciones y superado el escollo institucional de la Junta General de Accionistas, los verdiblancos afrontan 2017 con el reto de salir de la zona peligrosa y consolidarse en zonas templadas de la tabla y, para ello, tendrán la oportunidad de hacerlo con tres partidos en el 'Benito Villamarín' en enero: Leganés (8), Sporting de Gijón (22) y Barcelona (29), en el comienzo de la segunda vuelta.

Los de Víctor, ya reincorporados a los entrenamientos, se la jugarán en el primer mes de 2017 con equipos con los que les separa una diferencia mínima, ya que el Leganés tiene 16 puntos y los asturianos, 12; e intentarán la hombrada de puntuar con el Barça y Atlético de Madrid, único desplazamiento de los béticos en enero (14).

El Betis, decimocuarto en la clasificación con 18 puntos, a seis de los puestos de descenso, encaran el nuevo año con la baja segura del belga Charly Musonda, quien ha regresado al Chelsea tras su cesión; la temporal del central francoargelino Aïssa Mandi, quien se ha marchado a jugar la Copa de África con su selección; y otras más que probables de efectivos que no ha respondido a la expectativas.

La planificación deportiva, con doce nuevas incorporaciones, no ha cumplido hasta el momento con los objetivos de superar el décimo puesto de la pasada temporada y de acercarse a puestos europeos, lo que obligará al responsable de este área, Miguel Montes Torrecilla, a rectificar el rumbo y, sobre todo, de atinar.

Además de la salida del primer entrenador de la temporada, el uruguayo Gustavo Poyet, ya se han producido otras como las de Musonda y la del canterano Fabián Ruiz, cedido al Elche; y se presumen otras, en forma de cesión, como las del delantero ucraniano Roman Zozulya, a quien se le busca destino en el mercado invernal.

Por tanto, Torrecilla enfila también una cuesta de enero particular en la que deberá acertar con los refuerzos, entre los que también se presume una incorporación en la zona central de la zaga, uno de los talones de Aquiles del equipo y que se ha acrecentado aún más con la ausencia de Mandi.

Las carencias defensivas de los verdiblancos se han traducido en que sean, con 29 goles encajados, una de las zagas más vulnerables de Primera División, sólo superada Osasuna (34), Granada (33), Sporting (33) y Celta (31), y al mismo nivel que la del Valencia (29).

Una vez que se cierre el mercado invernal a finales de enero, los verdiblancos ya conocerán su particular cosecha de puntos y podrán calibrar lo que quieren ser de mayores, si pelear por los puestos de abajo o aspirar a las zonas templadas o, en el mejor de los casos, a las nobles de la clasificación.

Febrero, pasado el fielato casero del todopoderoso Barcelona, asoma en el calendario de los de Víctor Sánchez con tres rivales que, hoy por hoy, son directos en su lucha por salir de los puestos calientes del descenso y alrededores.

El Betis empezará ese mes en 'Riazor' ante el Deportivo de La Coruña, actualmente decimoquinto con dos puntos menos que los béticos; jugarán en el Benito Villamarín ante el Valencia, decimoséptimo con doce puntos; e irán a Granada, que actualmente ocupa el penúltimo puesto de la clasificación a nueve de los verdiblancos.

La vigesimotercera jornada no es un asunto menor para los de Víctor, ya que de la renta lograda en el primer tramo del año dependerá, y mucho, el aplomo y la serenidad con la que reciban en la siguiente al eterno rival en el Benito Villamarín.

Ese partido es el Galibier o el Alpe d'Huez del calendario particular del fútbol sevillano y clave para que el resto del año no se convierta en un desolado Mont Ventoux.

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