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El jefe militar hondureño dice que la situación es ?difícil?

El jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras, el general Romeo Vásquez, cuya destitución ordenó el miércoles el presidente Manuel Zelaya, dijo ayer a Efe que la situación política del país ?sigue siendo difícil, pero es superable mediante el diálogo?.

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El jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras, el general Romeo Vásquez, cuya destitución ordenó el miércoles el presidente Manuel Zelaya, dijo ayer a Efe que la situación política del país “sigue siendo difícil, pero es superable mediante el diálogo”.

El militar, que sigue al mando pese a la decisión del presidente, expresó que la presencia del Ejército en las calles de Tegucigalpa se mantiene porque “la situación sigue siendo difícil”, pero aseguró que espera que la tensión vaya bajando y los políticos la controlen.

Agregó que el jueves la situación “pudo desembocar en violencia, con heridos o muertos”, pero que “la prudencia de las Fuerzas Armadas se impuso”.

Anteanoche, el presidente hondureño, Manuel Zelaya, quien promueve una consulta popular sobre una iniciativa suya de reformar la actual carta magna, lo que le permitiría presentarse de nuevo como candidato, dijo que la crisis, que se temía derivara en un golpe de Estado, se resolvió de manera pacífica.

La crisis surgió por la insistencia de Zelaya en celebrar mañana domingo la consulta popular para reformar la Constitución, a pesar de que tanto el Parlamento como el Tribunal Supremo la han declarado ilegal.

Vásquez indicó que sigue al frente del Estado Mayor Conjunto porque su destitución, anunciada por Zelaya el pasado miércoles por su negativa a prestar la logística del Ejército para la celebración de la consulta, “no se ha hecho siguiendo el procedimiento que ordena el reglamento militar”.

En el Ejército, agregó, “un jefe militar no abandona el puesto hasta que entrega el bastón de mando”. “Eso no ha ocurrido conmigo”, agregó.

El alto jefe castrense enfatizó que le sigue guardando respeto y obediencia al presidente de la República, porque él es el comandante general de las Fuerzas Armadas, de quien además dijo que “ha sido muy bueno y le hemos cumplido en muchas misiones”.

La única orden de Zelaya que Vásquez no ha acatado es el apoyo logístico a la consulta popular para reformar la Constitución que aquel le ordenó, decisión en la que el alto mando castrense tuvo en consideración el fallo del Supremo que la declaró “ilegal”.

“Nosotros somos respetuosos de la Constitución, me da pesar no haberle cumplido al presidente, pero los miembros de la Junta de Comandantes de las Fuerzas Armadas le expusimos que nos enmarcamos en la ley y planteamos varias salidas posibles”, dijo Vásquez.

Por su parte, el embajador de Honduras ante la OEA, Carlos Sosa, solicitó ayer ayuda a esa organización al afirmar que la institucionalidad democrática y el ejercicio legítimo del poder están amenazados en su país.

El diplomático solicitó en una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA convocada a petición de Honduras el envío de una misión a su país para que analice los acontecimientos políticos en la nación centroamericana.

Piden mantener el orden democrático

La comisaria europea de Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, pidió ayer que todas las partes implicadas en la crisis de Honduras mantengan la calma y aseguren el respeto del orden democrático del país y el Estado de derecho.

Ferrero-Waldner manifestó su “profunda preocupación” por la crisis política hondureña, causada por la disputa en torno a una consulta sobre la reforma de la Constitución para permitir la reelección del presidente.

“Estamos siguiendo de cerca la situación”, afirmó la comisaria, quien pidió que todas las partes “mantengan la calma y respeten el Estado de derecho y el orden democrático del país”.

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