Las obras de construcción de la nueva carretera de Punta del Moral han entrado ya en su recta final y en los próximos días podría tener lugar su apertura definitiva, según ha adelantado el alcalde de la ciudad, Alberto Fernández, quien ha recordado que “esta nueva construcción es un gran logro, dado que, tras casi veinticinco años, conseguimos desbloquear el proyecto de una construcción que dentro de unos días será una realidad. Una carretera digna y más segura, -ha añadido el primer edil- que favorecerá el tránsito comercial de la propia barriada en todo lo relacionado con la actividad pesquera y de restauración de la zona, al tiempo que conseguiremos que sea uno de los motores con los que se relanza definitivamente la apuesta turística de Isla Canela y Punta del Moral”. Fernández ha insistido en que todo ello redundará en la creación de empleo y potenciará la actividad en la barriada, al tiempo que permitirá alargar las temporadas, “una de las principales reivindicaciones de los trabajadores de los hoteles y los restaurantes de las zonas de playa, que piden que se alarguen las temporadas y que no se reduzcan a los meses de julio y agosto”.
La construcción de la carretera de Punta del Moral, un proyecto bloqueado desde hace más de dos décadas, ha sido posible gracias al acuerdo definitivo alcanzado por el actual equipo de gobierno con los titulares de las dos viviendas afectadas por el proyecto de expropiación para la construcción de esta carretera, que se está llevando a cabo sin que haya sido precisa la demolición de estas dos edificaciones.
El proyecto de construcción de esta carretera, que dio comienzo en septiembre del pasado año, cuenta con una longitud de cuatro kilómetros, y ha supuesto una inversión de 4.662.000 euros.
Cabe añadir que las obras, que corren a cargo de la empresa Isla Canela S.A., han cumplido los plazos establecidos, alterados únicamente por un leve retraso de unos días, provocado por los recientes hallazgos arqueológicos en la zona, para los que se ha ideado un proyecto de recuperación en el que ya trabaja el Ayuntamiento, en coordinación con el grupo de arqueólogos y la Junta de Andalucía.