El joven alumno del IES Rosa Navarro de Olula del Río (Almería) que ha denunciado ser víctima de acoso escolar ha comenzado a recibir clases en su domicilio desde el pasado viernes aceptando la alternativa propuesta por la Delegación de Educación ante la imposibilidad de que el estudiante regresara a las aulas dado que sufre una depresión y se encuentra bajo tratamiento psiquiátrico.
Según ha indicado a Europa Press la madre de Alejandro, Inmaculada Rivas, una profesora lo atiende dos veces a la semana y, al menos, "sale del aislamiento diario", ya que continúa "encerrado en su cuarto" y hasta "sin comer".
Su progenitora asegura que ella misma le tiene que alimentar y continúa en tratamiento psiquiátrico y que aunque recibe visitas de amigos y compañeros que "tratan de hablar con él, de animarle y decirle que están con él", el joven "no responde" a estos ni otros estímulos.
Alejandro ha denunciado sufrir acoso escolar desde que estaba en Primaria, con ocho años de edad, y por el mismo grupo de alumnos con los que volvió a coincidir en el aula ya en Secundaria. Estas personas, según expuso la madre al fiscal de menores, han protagonizado varios casos de agresión física contra su hijo.
El caso está desde el día 19 de octubre en manos de la Fiscalía de Menores que ha abierto diligencias de investigación por la última agresión sufrida por la víctima en el mes de septiembre.
CURSOS DE RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS
De otro lado, padres de alumnos del Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) Rosa Navarro se formarán en técnicas de resolución pacífica de conflictos tras este caso. En declaraciones a Europa Press, el presidente de la federación de asociaciones de madres y padres de alumnos de Almería, Fapace, Miguel Vera, ha trasladado que la iniciativa se acordó tras el encuentro mantenido el pasado jueves en Olula entre representantes de Fapace y del AMPA del IES Rosa Navarro.
En la reunión se debatió sobre el caso de acoso escolar que sufre Alejandro, así como de otros casos que se dieron a conocer después de la denuncia de la familia de este joven. Fapace pondrá en manos del AMPA "herramientas" para poder trabajar y "formar a las familias" para que puedan atender otros posibles casos de acoso o violencia en las aulas.
Vera asegura que se trata de un tema "doloroso" y su objetivo, lejos de "echar leña al fuego", pasa por restaurar la convivencia. El instituto Rosa Navarro es "un centro muy bueno, que nunca ha tenido problemas y donde se dan las mejores condiciones para tener una convivencia positiva".
Ha añadido que el trabajo de las AMPA y de Fapace se centrará, igualmente, "en los que miran", en el resto del alumnado que no es víctima ni agresor. "Son la mayoría y si actuaran pondrían líneas rojas que evitarían muchos de estos casos", ha valorado Vera.
