Nuevas observaciones de vastas estructuras dentro de la nebulosa de Carina han sido logradas grarcias al instrumento MUSE instalado en el Verly Large Telescope (VLT) del ESO.
Los diferentes pilares analizados por un equipo internacional parecen ser pilares de destrucción -en contraste con el nombre de los icónicos Pilares de la Creación en la Nebulosa del Águila- que son de naturaleza similar.
Las torres y pilares en las nuevas imágenes de Carina son vastas nubes de polvo y gas dentro de un centro de formación estelar a unos 7.500 años luz de distancia. Los pilares de la nebulosa fueron observados por un equipo dirigido por Anna McLeod, estudiante de doctorado en el European Southern Observatory (ESO).
El gran poder de MUSE (Multi Unit Spectroscopic Explorer) es que crea miles de imágenes de la nebulosa al mismo tiempo, cada una en una longitud de onda de luz diferente. Esto permite a los astrónomos mapear las propiedades químicas y físicas del material en diferentes puntos de la nebulosa, según explica el ESO en un comunicado.
Las imágenes de estructuras similares --los famosos Pilares de la Creación en la Nebulosa del Águila y las formaciones en NGC 3603--, se combinaron con las mostradas aquí. En total se han observado diez pilares, y al hacerlo se observó un claro vínculo entre la radiación emitida por estrellas masivas cercanas y las características de los pilares mismos.
En un giro irónico, una de las primeras consecuencias de la formación de una estrella masiva es que comienza a destruir la nube de la que nació. La idea de que las estrellas masivas tienen un efecto considerable en su entorno no es nueva: se sabe que estas estrellas desprenden grandes cantidades de emisión de potente radiación ionizante con suficiente energía para desprender átomos de sus electrones en órbita. Sin embargo, es muy difícil obtener evidencia observacional de la interacción entre estas estrellas y sus alrededores.
El equipo analizó el efecto de esta radiación energética en los pilares: un proceso conocido como fotoevaporación, cuando el gas se ioniza y luego se dispersa. Al observar los resultados de la fotoevaporación -que incluía la pérdida de masa de los pilares- pudieron deducir los culpables. Hubo una clara correlación entre la cantidad de radiación ionizante emitida por estrellas cercanas y la disipación de los pilares.
Esto podría parecer una calamidad cósmica, con estrellas masivas girando sobre sus propios creadores. Sin embargo, la complejidad de los mecanismos de retroalimentación entre las estrellas y los pilares son poco conocidos. Estos pilares pueden parecer densos, pero las nubes de polvo y gas que forman las nebulosas son en realidad muy difusas. Es posible que la radiación y los vientos estelares de estrellas masivas realmente ayuden a crear puntos más densos dentro de los pilares, que pueden formar estrellas.