El presidente argentino, Mauricio Macri, afirmó hoy que al final de su reunión de casi una hora con el papa Francisco le dijo: "Fuerza y adelante".
"Le pedí unas palabras de despedida. Me miro y me dijo fuerza y adelante", afirmó el mandatario argentino en una rueda de prensa en la embajada argentina ante la Santa Sede.
Macri calificó la reunión con Francisco en un estudio anexo al aula Pablo VI como "buena" y "positiva" y destaco que en esta ocasión trajo a todas sus hijas
Respecto a la audiencia del pasado febrero, que duró sólo 22 minutos y en la que se resaltó una supuesta frialdad entre ambos, Macri reiteró que ambas fueron "entre dos personas que se conocen desde hace años, que hablan por teléfono, que hemos tenido ya muchas reuniones (en pasado)".
El presidente argentino explicó que en sus reuniones con Jorge Bergoglio, tanto cuando era obispo de Buenos Aires como ahora, siempre ha buscado sentir "que es un líder moral".
"Hoy he vuelto a sentir lo mismo y las palabras que me dijo al final me lo confirmaron", dijo en referencia al "fuerza y adelante" con el que se despidió.
Macri refirió que en la reunión, "más larga que la anterior" y en la que se había traído "una agenda de temas" para abordar, se compartieron "preocupaciones sobre Argentina y el mundo"
"A lo largo de a conversación ratifiqué que su visión es la de la cultura del encuentro, del trabajo, que hay que recuperar en Argentina", agregó.
Macri repasó con el pontífice su nuevo plan de infraestructuras y sobre todo de ferrocarriles, del que papa "demostró que conoce el tema".
Según Macri, el papa dijo que "en cada ferrocarril que lo recupera es una comunidad que vuelve a vivir, pues lleva trabajo y crea pertenencia a la comunidad que no tienen que irse para buscar trabajo o crearse un futuro".
También se habló de los últimos indicadores de pobreza en Argentina y el mandatario explicó que esto les convoca "a una tarea enorme" y que coincidió con el pontífice que "no se tiene que perder un segundo pues detrás de los numeros hay muchas familias que no lo pasan bien".
El mandatario ingresó a las 10.20 hora italiana (8:20 GMT) por la "Puerta del Perugino" para dirigirse al encuentro con el pontífice que celebró en el estudio anexo del aula Paulo VI, donde mantiene las reuniones menos protocolarias y también durante los fines de semana por su cercanía a su residencia, la Casa Santa Marta.
Macri dejó el Vaticano a las 11:30 (9:30 GMT) y se dirigió a la embajada argentina ante la Santa Sede en la cercana Vía de la Conciliazione para atender a los medios.
A la reunión, no considerada de carácter oficial por el Vaticano, no participó ningún medio y sólo pudo entrar un cámara y un fotógrafo oficial de la Santa Sede durante algunos segundos.
Macri estuvo acompañado por su esposa Juliana Awada y la hija de ambos, Antonia, de 5 años, y Agustina, de 33, que vive en Italia y es fruto de su primer matrimonio y Valentina, primogénita de la esposa del mandatario de una anterior unión.
El presidente argentino le regaló a Francisco una escultura del artista argentino Alejandro Marmo, realizada con materiales de descarte y que simboliza el diálogo entre las tres grandes religiones, según se había adelantado.
