El alcalde, José Ignacio Landaluce, ha acudido a la Parroquia de Santa María del Saladillo donde el director de Área de Negocios de Caixabank, Tomás Navarro, ha hecho entrega de un cheque a Cáritas por valor de 3.000 euros para atender primeras necesidades como recibos de luz y agua, compra de medicamentos y bombonas de butano y alquileres sociales.
Así, acompañado por la teniente de alcalde delegada de Igualdad y Bienestar Social, Paula Conesa, y la delegada de Educación, Laura Ruiz, el primer edil ha departido con el coordinador de la Zona Sur de Cáritas, José Antonio Torrejón, la directora de Cáritas Parroquial del Saladillo, Lola Picazo, y los voluntarios que en ese momento se encontraban atendiendo las dependencias.
Picazo se ha mostrado agradecida y ha explicado que “aparte de dar alimentos, escuchamos a las personas que es una de las cosas que más le falta a la gente, para lo que tenemos que estar preparados y conocer la realidad del barrio”, al tiempo que ha indicado que se sigue un registro con la documentación que certifica la necesidad de la ayuda alcanzando en estos momentos las 220 familias atendidas en el barrio por los 12 voluntarios del centro, donde “el Banco de Alimentos nos ayuda muchísimo”.
Landaluce, por su parte, ha recalcado que “el trabajo de los voluntarios de Cáritas es básico, puesto que, a veces, las cifras nos hacen perdernos al dimensionar de verdad su valor, porque no ves su cercanía y su lado humano, pues a pesar de que tienen sus propios problemas, sacan tiempo para auxiliar a los demás”, resaltando que “la cantidad de ayuda que prestan a los más necesitados es tremendamente positiva. Si no estuviese Cáritas las administraciones públicas tendríamos un verdadero problema porque no tendríamos esa capacidad de generar tanto y tan bueno como ellos, especialmente en la zona sur donde se utiliza la parroquia para distribuir todo lo necesario, ingeniándoselas para recoger fondos mediante su mercadillo en la Plaza Alta o las campañas escolares”.
