La Audiencia de Málaga tiene previsto juzgar a una pareja acusada de estafar a través de una sociedad afincada en la localidad malagueña de Mijas a varias personas a las que ofrecieron la posibilidad de conseguir altas rentabilidades con sus inversiones en dicha empresa. Según la Fiscalía, la cantidad total defraudada asciende a más de 402.000 euros.
Según las conclusiones provisionales del ministerio fiscal, a las que tuvo acceso Europa Press, el hombre era el administrador único y la esposa era partícipe y apoderada de la entidad mercantil, que tenía como objeto social el alquiler de maquinas expendedoras y explotación de franquicias.
La acusación pública sostiene en su escrito inicial que de 2005 a 2007, los acusados, "en ejecución de un plan preconcebido", ofrecían a través de una campaña publicitaria en Internet y en prensa la posibilidad de obtener "altísimas" rentabilidades, en algunos casos de hasta el 35 por ciento, a las personas que realizaran inversiones en la mercantil.
Esto estaba "amparado en una falsa capacidad productiva de la empresa, así como en la existencia de unas supuestas garantías para asegurar en todos los casos el completo reintegro de lo invertido", señala la Fiscalía, añadiendo que esto permitió conseguir "el desplazamiento patrimonial al generar a los inversores unas expectativas sobre una realidad inexistente".
Utilizaron, dice esta acusación, dos mecanismos. El primero era la firma de contratos de préstamo y reconocimiento de deuda y el segundo, a través de contratos de franquicia, con los cuales la empresa "se comprometía a llevar a cabo entre otras obligaciones la entrega de las máquinas expendedoras".
Durante estos años, "los acusados pudieron mantener el entramado creado mediante la captación exponencial de nuevos clientes que permitían abonar las cantidades debidas a los antiguos", señala el fiscal, quien apunta que en 2006 se produjeron los primeros impagos hasta que en 2007 "se llegó al colapso económico de la empresa y se dejaron de atender los requerimientos de los perjudicados".
En cuanto a las franquicias, la Fiscalía señala que los acusados "dejaron de entregar las máquinas estipuladas o entregaron unas defectuosas que dejaron de funcionar al poco tiempo de ser recibidas". El perjuicio total causado asciende, según la acusación, a más de 402.000 euros.
Por estos hechos, se acusa a ambos de un delito de estafa y al hombre de otro de malversación, solicitando, inicialmente, para éste ocho años de prisión y para la mujer, cuatro años de cárcel, e instando, además, a que indemnicen a los perjudicados con las distintas cantidades obtenidas. Está previsto que el juicio se celebre este lunes y martes en la Sección Segunda.