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La Semana Santa esquivó los malos augurios del principio

La Defensión fue la única hermandad que se quedó sin salir este año ante unas previsiones meteorológicas que auguraban lluvia para la noche del Martes Santo. Los adversos partes del principio se han traducido en apenas cinco minutos de lluvia, el Domingo de Ramos

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  • Semana Santa de Jerez -

Quienes hace poco más de una semana consultaban las predicciones meteorológicas a traves de todas las fuentes habidas y por haber temían que se repetiesen los acontecimientos vividos no hace demasiado tiempo, cuando la lluvia echaba por tierra buena parte de la ilusión de los cofrades. Jerez y todo su entorno parecían sembrados por un campo de minas que dibujaba nubes y chaparrones desde el Sábado de Pasión en adelante.
Hace justo una semana esa era precisamente la noticia, aquello de lo que todo el mundo escribía y hablaba. Pero pocos repararon en que las predicciones meteorológicas no forman parte de una ciencia exacta, sino más bien al contrario, y que quizá por eso en adelante se haga necesario evitar hacer análisis previos en base a cuestiones que en el siglo XXI siguen siendo absolutamente incontrolables.
Lo cierto es que la Semana Santa de 2016 ha disfrutado de una buena climatología a aquellas horas en las que debían salir a la calle las distintas cofradías. Otra cosa son las madrugadas de los primeros días, donde llegaron a registrarse precipitaciones notables. El Domingo de Ramos transcurría con absoluta brillantez hasta que a eso de las ocho de la tarde se empezó a hablar de la posibilidad de que apareciera la lluvia. La Coronación y Las Angustias no accedieron a la Carrera Oficial y alcanzaron sus templos sin mayor incidencia. El Transporte se quedó en la Catedral y La Borriquita y El Perdón continuaron camino hacia sus respectivas sedes. Fue en los últimos metros de esos regresos donde apareció la lluvia, de manera breve -casi fugaz-pero intensa.
Los partes para el Lunes Santo eran aún más adversos, pero el agua no apareció por ninguna parte y las cinco cofradías pudieron culminar sus itinerarios con absoluta normalidad. Lo que ocurrió en la tarde del Martes Santo es digno de análisis. Todo transcurría según los cauces previstos hasta que llegó la hora a la que debía salir la Hermandad de la Defensión. La cofradía de Capuchinos decidió no salir a la calle tras consultar partes meteorológicos que alertaban de riesgo de lluvia y El Amor, que ya iba camino de la Carrera Oficial, optó por acortar itinerario y seguir camino de su capilla.
A partir de ahí las redes sociales se convirtieron en vehículo de toda clase de bulos y rumores infundados. Finalmente, el chaparrón que aventuraron los partes quedó reducido a un leve chispeo que no impidió que Humildad y Paciencia, La Clemencia y El Desconsuelo culminaran sus itinerarios con normalidad. Y ahí, el Martes Santo, acabó la pesada broma del tiempo, porque desde ese momento nadie se atrevió ya a cuestionar lo que parecía incuestionable.
A nivel general se ha observado un nuevo repunte en el número de jerezanos que viste la túnica nazarena, un incremento sostenido en el tiempo que debe ser destacado. En estos días se conocerán las cifras del informe que ofrece anualmente Dani Carretero tras contabilizar los cortejos a pie de calle, pero de momento puede confirmarse que se mantiene la tendencia positiva de años anteriores.
La Semana Santa nos dejó este pasado viernes una imagen inédita: la del Santísimo Cristo de la Expiración saliendo desde la iglesia de San Francisco. Además, la salida a la calle del Señor del Prendimiento coincidió con la liberación de un recluso de Puerto III que había acumulado 22 años cumpliendo condena. La de este año ha sido además la última salida del Prendimiento desde el asilo de San José.

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