El consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, está convencido de que el decisivo salto de las empresas andaluzas a los mercados exteriores que alienta la Junta es posible porque el tejido productivo regional está dotado de dos fortalezas que juegan a su favor: el talento de los emprendedores y la calidad de los productos que están en disposición de presentar más allá de nuestras fronteras.
Fue una de las conclusiones que aportó el consejero este miércoles durante la entrevista que concedió al programa Acento andaluz de Onda Luz TV. La apuesta está recogida en el Plan Estratégico de Internacionalización de la Economía Andaluza, un ambicioso proyecto con la vista puesta en el horizonte del año 2020 que persigue, entre otros objetivos, que las exportaciones andaluzas equivalgan al 20% del PIB regional, que las empresas situadas en mercados extranjeros lleguen hasta las 20.000 (la meta está ya casi alcanzada) y que éstas sostengan 400.000 empleos.
Ramírez de Arellano defendió ayer esa hoja de ruta, presentada el viernes pasado a los agentes sociales por la propia presidenta, Susana Díaz, como vía hacia “la estabilidad y la calidad del empleo”, pero también como antídoto a las economías que lo fundamentan todo en el mercado interior y se ven por ello afectadas por las crisis.
“Nuestras empresas se fueron de Erasmus y volvieron cambiadas”, ejemplificó el consejero como metáfora del salto experimentado por la mayoría de las compañías regionales que un día apostaron por los mercados internacionales. En ese largo viaje estarán apoyadas por una inversión “transversal” de la Junta que sumará casi 400 millones y que respaldarán la propia Consejería de Economía y Conocimiento pero también la de Turismo, y que contará con el papel fundamental de Extenda.
Entre los sectores pujantes, Andalucía puede presumir de agroindustria o turismo, pero también de innovación. Sus productos buscan, definió el consejero, “mercados potentes con una pujante clase media”, como EEUU, China u Oriente Medio.
