El Tribunal Supremo ha confirmado la sentencia que condena a 20 años y 9 meses de prisión impuesta al agricultor Francisco Gutiérrez Carrasco por asesinar el 16 de junio de 2013 de tres disparos a su hermano en una nave familiar de La Rinconada (Sevilla).
El agricultor fue condenado por la Audiencia después del veredicto de culpabilidad de Tribunal del Jurado, tras lo cual recurrió ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que confirmó la sentencia con la agravante de parentesco.
Una vez emitido ese fallo, el condenado volvió a recurrir ante el Supremo, cuya Sala de lo Penal ha vuelto a dar la razón al fallo judicial inicial, según recoge la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe.
En su recurso, el condenado alegó infracción del derecho fundamental a la presunción de inocencia, lo que rechaza el Supremo tras afirmar que existen una "serie de indicios que tejen una tupida red capaz de sostener la certeza proclamada por el jurado".
"No hay otra hipótesis verosímil distinta de la autoría por parte del acusado" del asesinato, subraya el Supremo en la resolución del recurso de casación presentado, en el que se precisa que la parte recurrente debe pagar las costas.
En la sentencia del TSJA se confirmó que el condenado tenía una pistola que luego usó contra su hermano en una nave de La Rinconada que compartían, que ambos mantenían malas relaciones, que el condenado estuvo en el lugar de los hechos y que se localizaron restos de pólvora en su cinturón, su sombrero y en el coche.
En la sentencia, se le condenaba por asesinato con la agravante de parentesco, por el que se le impusieron 18 años y 9 meses de cárcel, y por tenencia ilícita de armas, delito por el que le condenaron a otros dos años de prisión.
El hombre, de 49 años, también tiene prohibido ir a La Rinconada cinco años después de que acabe de cumplir la pena de cárcel y debe pagar una indemnización, en concepto de responsabilidad civil, de 150.000 euros para la viuda y de 151.000 euros para los tres hijos del asesinado.
La pistola que empleó para el asesinato, del calibre 8 milímetros Knoll transformada para disparar proyectiles del calibre 6,35 Browning, fue la misma que la usada un año antes contra un aristócrata que sufrió un intento de asesinato, un caso aún inconcluso.
El domingo 16 de junio de 2013, añade la sentencia, el agricultor se dirigió a la nave una vez que se cercioró de que su hermano estaba dentro y le efectuó, sin capacidad de defensa, dos disparos, uno de ellos frontal que impactó en el ojo izquierdo y un segundo en la región temporal izquierda.
Tras los primeros disparos, la víctima cayó hacia detrás y se golpeó con un mueble metálico, tras lo cual el condenado le apoyó el cañón sobre la sien y realizó el tercer disparo.
La Fiscalía había pedido 22 años de cárcel por los delitos de asesinato y tenencia ilícita de armas, mientras que la acusación particular, que ejerció María José González en representación de la viuda y los tres hijos del fallecido, elevó la petición a 23 años.
