Que una obra teatral cómica siga en cartel, tras quince años escenificándose en los principales teatros de España, es un logro difícil de conseguir. Que esa obra naciera precisamente en Jerez, casi de casualidad, le ha dado una impronta que Manolo Medina lleva a gala allá por donde va, siempre acompañado de su “alter-ego”, Javier Vallespín. Y qué mejor para celebrar este 15 aniversario que hacerlo en el Teatro Villamarta precisamente el día del Patrón de la ciudad. Una responsabilidad que asumen sus protagonistas con “mucho respeto”.
Vértigo, miedo, respeto, responsabilidad ¿Cuáles de estas sensaciones se acercan más al sentimiento que tienes al volver a Jerez tras 15 años llenando los teatros de todo el país?
–Tengo la sensación de llevar un producto consolidado y de éxito a un casting (risas). Los sentimientos se mezclan. Soy jerezano y paseo Jerez allá por donde voy y saber que será mi tierra y mi gente la que tenga enfrente esa noche me produce o yo que sé que un qué se yo.
No es la primera vez que actuáis en el Villamarta. Dicen los artistas que es un teatro que impone y que el público de Jerez es muy exigente…
–Impone e impresiona de una manera espeluznante. Te en cuenta que al ser jerezano sé que vamos a pisar el mismo escenario que los grandes de la escena española. También es verdad que es un lugar que una vez lo pisas no te quieres bajar nunca.
“Dos hombres solos…” nació en Jerez. Casi de casualidad...
–Mario el propietario de La Guarida del Ángel me pidió que hiciera algo de 40 minutos para inaugurar el pub y así lo hice. Yo ya tenía la idea en la cabeza y sin pensarlo escribí aquel guion modesto y humilde sin pensar en absoluto que iba a convertir en una de las comedias más aplaudidas de los últimos tiempos.
Actualmente vives en Málaga. Una ciudad que te ha dado mucho. Un público que os ha acogido con los brazos abiertos. Y una butaca en el Teatro Alameda…
–El Alameda de Málaga fue el primer teatro de primera línea que apostó por Dos hombres solos, sin punto com... ni ná.Este verano hemos cumplido la séptima temporada ininterrumpida cubriendo todo el verano y tras más de 500 actuaciones en el escenario de este teatro con una misma obra,la dirección del teatro ha tenido el detalle de ponerle mi nombre a la butaca número 1. Jamás en la historia de este teatro inaugurado en 1961 había pasado un fenómeno igual. Imagínate el orgullo que da y las fuerzas para seguir un reconocimiento de ésta índole.
¿Dónde radica el éxito de una obra calificada por la crítica como “fenómeno sociológico”?
–Ni lo sé ni quiero saberlo (risas).El tesón y el ser una gotera en el mundo del espectáculo es la clave de un éxito casi seguro. También es verdad que la gente lo está pasando muy mal y lo que quiere es sentarse en la butaca de un teatro y salir destrozado de risa y Dos hombres solos, sin punto com... ni ná es garantía de ello.