La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a penas de dos años de prisión a cuatro vecinos del municipio de Cantoria que adquirieron "sin autorización" material explosivo para elaborar las 'carretillas' que dan nombre a una fiesta local, almacenarlo en un taller "clandestino" y realizar pruebas "sin medidas de seguridad", lo que provocó el incendio en una fábrica de mármol.
El tribunal de la Sección Tercera considera a L.J.B.C., J.A.G.P., R.P.F. y a M.K. autores de sendos delitos de fabricación y tenencia de explosivos con la atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas ya que los hechos se remontan a 2009. El fiscal modificó en el trámite de informes del acto de juicio su calificación provisional en la que solicitaba penas individuales de seis años de prisión.
Según recoge la sentencia, consultada por Europa Press, los acusados adquirieron una cantidad indeterminada de nitrato potásico, azufre y carbón, entre otros materiales, para la fabricación artesanal de pólvora "sin contar" con las autorizaciones legales y reglamentarias establecidas en el reglamento de explosivos.
La intención de los cuatro era fabricar con los 130 kilos de pólvora las citadas 'carretillas' en el interior de un taller "clandestino" localizado en el cortijo 'Carmen la Turca' en el termino municipal de Cantoria de cara a que fuesen detonados en las fiestas patronales de San Antón.
Una vez fabricadas, estuvieron efectuando pruebas de los mismos en diferentes ocasiones en las inmediaciones de este cortijo, deshabitado, pero el 2 de enero de 2009, a las 22,00 horas, buscaron un terreno endurecido o asfaltado próximo al taller.
Una vez lo encontraron, empezaron a explotar las 'carretillas' "sin adoptar las más indispensables medidas de seguridad" hasta que una de ellas "se posó en el alfeizar de la ventana de un habitáculo anexo a dicha nave iniciando la combustión de diverso cartonaje que se encontraba en el interior de la misma".
Esto originó un incendio, "prendiendo el depósito de combustible del compresor, ambos en el interior del habitáculo, propagándose posteriormente al resto de los elementos incendiados, tendido eléctrico de la nave y un camión estacionado en el interior que portaba una remesa de mármol".
En el cortijo utilizado como taller clandestino fueron localizados e incautados 130 kilogramos de pólvora ya elaborada así como 28 kilogramos de nitrato potásico, 32,3 kilogramos de carbón, 6,7 kilogramos de azufre, tres sustancias todas ellas empleadas, según remarca la sentencia, para la fabricación de pólvora.
Además, se hallaron 6,4 kilogramos de granulado de titanio, 10,3 kilogramos de limaduras de hierro, 13,7 kilogramos de tierra arcillosa tipo 'grea', y 2.346 carcasas de cartón endurecido, elementos que se utilizan en la confección de las carretillas.