Los once detenidos en varias localidades de Cataluña por formar parte de una célula yihadista que pretendía atentar en esa comunidad declararán el próximo viernes ante el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, han informado fuentes jurídicas.
Los Mossos d'Esquadra trasladarán a los arrestados, diez hombres y una mujer, a Madrid para que comparezcan ante Pedraz, titular del juzgado central de instrucción de la Audiencia y que se encuentra esta semana en funciones de guardia.
El magistrado decidirá si dejarlos en libertad o enviarlos a prisión, imputados, entre otros, de un delito de pertenencia a organización terrorista.
Los once detenidos, que supuestamente integraban una célula yihadista, han sido arrestados en las localidades barcelonesas de Terrassa, Sabadell y Sant Quirze del Vallès, así como en Valls (Tarragona).
Los detenidos en la operación, en la que también se han realizado 16 registros, estarían implicados en diversos delitos relacionados con el terrorismo yihadista, especialmente vinculado con las consignas de la organización terrorista Estado Islámico/DAESH.
La célula desarticulada tenía la intención de cometer un atentado en Cataluña, aunque ya no suponían ningún peligro porque llevaban trece meses controlados por la policía, ha explicado el conseller catalán de Interior, Ramon Espadaler.
Fuentes próximas al caso han informado a Efe de que esta operación está relacionada con otra de mediados de diciembre del pasado año, cuando dos jóvenes vecinos de Terrassa, de nacionalidad marroquí, y otro de Monistrol de Montserrat, un brasileño convertido al Islam, fueron detenidos en Bulgaria cuando iban a entrar en Turquía para incorporarse al ejército del Estado Islámico en Siria.
En lo que va de año han sido detenidas una treintena de personas en España por su supuesta relación con el terrorismo yihadista en varias operaciones, entre las que destaca la que condujo el 13 de marzo al arresto de ocho presuntos miembros de una célula terrorista en Barcelona, Girona, Ciudad Real y Ávila.
Todos los detenidos desde enero eran españoles, menos cinco que eran de origen marroquí.