El PP ha presentado una iniciativa en el Congreso en la que pide al Gobierno diversas actuaciones encaminadas a una mayor protección y educación en seguridad vial de las personas mayores al volante, dado que los accidentes son más graves, así como una estrategia específica de educación vial a medio y largo plazo en la materia.
"Los accidentes, en el caso de las personas mayores, son más graves que en otros grupos de edad. Su índice de letalidad es 3,7 veces superior al del resto de la población víctima de un accidente de tráfico; y su tasa de fallecidos por millón de población es un 63% mayor que la del resto", indica el PP.
Al mismo tiempo, subraya que la tasa general de fallecidos por cada 100.000 habitantes en el tráfico vial se redujo en España entre 2009 y 2012 en un "muy significativo" 30%, mientras que en el caso de los mayores de 64 años dicha tasa apenas se redujo en un 5%.
MEJORAR LA SEGURIDAD VIAL DE LOS MAYORES
A juicio del PP, es necesario mejorar la formación en seguridad vial de los mayores, con el objetivo de dar respuesta "al problema creciente que representa la inseguridad vial del colectivo de usuarios mayores de 64 años, tanto en el ámbito urbano como en el interurbano".
Se trata de una iniciativa, recogida por Europa Press, para su debate en la comisión de Seguridad Vial y Movilidad Sostenible, en la que los 'populares' destacan que, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el proceso de envejecimiento en el que está inmersa la sociedad española es "incuestionable" y para 2052, por ejemplo, el grupo de edad de mayores de 64 años se incrementará en 7,2 millones de personas (un 89%) y pasará a constituir el 37% de la población total de España.
"Esta situación, además de las evidentes consecuencias socio-económicas, lleva asociada un progresivo deterioro de la actual situación de la seguridad vial, habida cuenta de la sobrerrepresentación de este colectivo en las estadísticas de siniestralidad vial", alerta el PP.
Según indica, así lo evidencian, una vez más (sobre todo para el caso de los peatones urbanos), los datos publicados por la Dirección General de Tráfico (DGT), que reflejan que las personas mayores de 64 años participan en el 10 por ciento del total de accidentes con víctimas, pero representan el 27 por ciento de los fallecidos y el 15 por ciento de los heridos graves.
En consecuencia, resulta obvio que las personas (a partir de los 65 años) se convierten en un colectivo altamente vulnerable en el entorno del tráfico, ya sea como conductores y/o pasajeros de un vehículo o como peatones.
La 'Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020' identifica al conjunto de los mayores como un "colectivo vulnerable prioritario" y define como objetivo a cumplir en el año 2020 una reducción del 10% en el número de conductores fallecidos mayores de 64 años.
La seguridad vial de los mayores representa ya un problema que, en base a la evolución demográfica española, continuará empeorando de no adaptarse medidas que ataquen, de manera eficaz, la raíz del problema y no solo sus síntomas.
Está suficientemente demostrado que el envejecimiento es, en sí mismo, un factor de riesgo para la conducción, ya que el envejecimiento colectivo, perceptivo y sensorial "normal", como adecuación auto-limitante, dificulta la conducción; un hecho que se ve sustancialmente agravado por el mayor consumo de fármacos.
Así, en vías interurbanas, el mayor riesgo y peligrosidad de los accidentes se registra en las carreteras convencionales y en las intersecciones donde la tipología del accidente, en la mayoría de los casos, se corresponde con colisiones y, en menor medida, con salidas de la vía y vuelcos del vehículo.
Por su parte, en vías urbanas, la mayor peligrosidad de este grupo de usuarios se constata en su papel como peatones ya que los mayores índices de siniestralidad vial se corresponden con acciones relacionadas con irrumpir antirreglamentariamente en la calzada y cruzar sin utilizar el paso de peatones.
