El presidente del comité de empresa de la planta de Holcim en Gádor (Almería), Antonio Orta, ha señalado este viernes la "relativa tranquilidad" con la que la plantilla de la fábrica vive el proceso de venta de activos acordado entre la firma suiza y la mexicana Cemex, que se hará con este centro almeriense a partir del primer trimestre de 2015.
Según ha explicado Orta a Europa Press, el acuerdo alcanzado finalmente "no resulta del todo malo" dentro de lo que se podían esperar los casi 90 trabajadores directos de la planta, a quienes anteriormente habían llegado rumores sobre la posible venta de la fábrica a una tercera empresa e incluso sobre la desinversión de la misma.
Así, han apuntado que tendrá que esperar hasta enero del próximo año para conocer directamente de la mano de Cemex los objetivos de la compañía, puesto que permanecerán bajo las siglas de Holcim hasta final de 2014. "La plantilla está tranquila, aunque hay una cierta incertidumbre por saber cómo vendrán", ha reconocido el presidente del comité de empresa.
No obstante, ha añadido que los trabajadores tienen "ganas de seguir trabajando" y de "demostrar que son una buena plantilla" y que la planta es "rentable". En esta línea, ha apuntado que la fábrica prevé finalizar el año con los mejores registros en materia de costes y producción desde 2009.
Igualmente, se han mostrado "tranquilos" en cuanto a sus condiciones laborales, ya que las condiciones del acuerdo contemplan un traspaso íntegro del personal que depende de la fábrica, que se deberá mantener en funcionamiento al menos durante dos años una vez sea adquirida por la mexicana.
Las multinacionales Cemex y Holcim llegaron a un acuerdo de compraventa de activos tras decidir que no fusionarán en una sola empresa los negocios que hay en España, de forma que el grupo suizo vende la fábrica de Gádor (Almería) y la molienda que tiene en Yeles (Toledo) por un importe de 45 millones de euros a la sociedad mexicana.
