La Guardia Civil ha enviado de manera preventiva un grupo de antidisturbios al municipio jiennense de Castellar, si bien la situación permanece "normalizada" después de que en la jornada de este pasado viernes se volvieran a registrar nuevos incidentes tras regresar al pueblo una de las dos familias que se marcharon, a consecuencia de una reyerta en la que presuntamente provocaron daños a otra, y sufrir un incendio en el salón de su vivienda.
Según han informado a Europa Press fuentes del Instituto Armado, el grupo de antidisturbios llegó a la localidad a las 14,00 horas de este sábado y se compone de un total de 21 efectivos que proceden de Sevilla. Este número es el mínimo establecido para este tipo de operaciones y, como apuntan, se fija así cuando se prevé que "no va a ser necesario cargar ni va a haber incidentes destacables".
Asimismo, las citadas fuentes han precisado que, como ya pasara en 2008, tras la llegada de los antidisturbios a Castellar los ánimos se han calmado y "todo permanece tranquilo".
Por su parte, el concejal de Comunicación del Ayuntamiento de Castellar, José Antonio López, ha indicado a Europa Press que los antidisturbios de la Benemérita han sido enviados para reforzar la seguridad, toda vez que hasta el momento las labores de vigilancia las estaban realizando "patrullas de los municipios vecinos, que tienen que volver al servicio de sus correspondientes localidades".
En este sentido, López ha incidido en que esta nueva incorporación "no significa que haya problemas ni incidentes" de nuevo en Castellar, sino que "como se había solicitado reforzar la seguridad y las patrullas eran de otros pueblos, pues el jefe de la Comandancia dijo que era imposible que siguieran estos efectivos y reclamó refuerzos".
Por tanto, según el edil, se trata de una cuestión de "organización interna" de la Guardia Civil, a la que además se suma la circunstancia de que "estamos de vacaciones y no hay efectivos suficientes en la zona". Entretanto, ha subrayado que por lo demás la situación se ha "normalizado" y "está todo tranquilo".
Así las cosas, un total de tres personas fueron imputadas por el Instituto Armado por los presuntos daños causados el pasado lunes. Los hechos tuvieron lugar después de que varios menores insultaran presuntamente a otro, cuya madre les reprochó este comportamiento. Al parecer, lanzaron piedras contra vehículos y después otros miembros de las dos familias de etnia gitana a las que pertenecen llegaron al lugar y causaron destrozos en la vivienda.