Cuatro novillos de Juan Pedro Domecq, uno de Parladé (5º) y otro de Fuenteymbro (6ª), aunque todos salieron al ruedo luciendo la divisa roja y blanca de “Juanpedro”, cosa que aunque sin importancia de cara a la lidia, sí desprestigia la categoría de una Plaza como la de El Puerto, desiguales tanto en presentación como en juego. Borja Jiménez (Malva y oro): vuelta por su cuenta y dos orejas; José Antonio Heredia (Verde botella y oro): Saludos y palmas; David de Miranda (Azul rey y oro): Oreja y vuelta reclamada por sus partidarios. Los tres novilleros se presentaban en esta Plaza. Al cuarto novillo de la noche “Destajero” nº119 se le concedió la vuelta al ruedo. Un cuarto de plaza. David de Miranda contó con el apoyo de varios autobuses de seguidores que hoy le han acompañado en su actuación.
Borja Jiménez ha abierto esta noche la Puerta Grande de nuestra Plaza Real. Al joven torero se le nota que ha bebido delos manantiales de casta y valentía que manan en la Casa Espartaco, recordando en muchos momentos de su actuación al maestro Juan Antonio Ruiz. A su primer novillo lo lanceó por verónicas de rodillas para luego rematarlo con una vistosa revolera. La faena de muleta también la comenzó de hinojos toreando en redondo sobre la segunda raya de picadores. Tras este vibrante comienzo tiró del astado hasta los medios para realizarle una faena basada principalmente en la diestra que fue de más a menos, en las que aguantó algún que otro parón del cornúpeta. Terminó con circulares invertidos. Muy mal con la espada necesitando de tres pinchazos y un descabello para acabar con el animal.
Su segundo oponente fue sin duda el mejor del encierro. Un novillo al que recibió con un vistoso ramillete de verónicas. Comenzó con ayudados por alto con la pañosa. El pupilo de “Juanpedro” tenía un excelente pitón izquierdo por lo que el espartinero basó la faena en tandas de naturales. El rubio torero demostró estar muy toreado y aprovechó las buenas cualidades del novillo. Quizás le sobró la última tanda que dio antes de coger la espada y ejecutar unas ceñidas “Benardinas”. Se tiró a matar muy de verdad cobrando una estocada.
El jerezano/portuense José Antonio Heredia, se presentaba hoy en la provincia ya que su carrera tanto de novillero sin picadores como con los del castoreño la ha realizado en la mayoría de espectáculos de “Despeñaperrospa`rriba”. En su “Debe” hay que apuntar su poco bagaje en el escalafón, ya que con la de hoy era la sexta novillada picada que toreaba, y la responsabilidad de torear en su tierra. También el mal juego de su segundo novillo, el quinto de la suelta, que resultó muy manso y que se rajó pronto, imposibilitándole obtener éxito alguno.Pero en su “Haber” hay que anotar que no se acopló con el segundo de la noche, un novillo bonancible con el que le faltó transmisión y ante el cual abusó en demasía de los cites “fuera de cacho”. Además no estuvo bien con la espada. Largo es el camino que le queda por recorrer, pero seguro que novillada a novillada depurará su estilo y la próxima vez que pise el albero portuense vendrá con más rodaje y podrá desquitarse del mal sabor con el que se ha marchado hoy al no conseguir triunfar en su tierra; aunque reitero que hoy tan sólo ha podido “jugar una carta” dada las nulas cualidades de su segundo novillo.
David de Miranda venía a nuestra Plaza con la vitola de novillero revolucionario, que ha triunfado en todas las tardes que ha toreado y del que se habla mucho en los “corrillos taurinos”. Pero hoy no ha pisado a fondo el acelerador en El Puerto. Recibió a su primero con pausadas verónicas. Tras el encuentro con el caballo le realizó un quite por “Saltilleras” en la misma boca de riego. Con la muleta también comenzó en el centro del anillo con dos pases cambiados rematados toreramente por bajo. Tras este espectacular comienzo de faena tardó en hacerse con las embestidas del cornúpeta. Su labor la realizó en su mayoría con la mano izquierda en un toreo muy vertical, pecando en demasía de llevar al novillo en línea recta. Tras unas manoletinas lo finiquitó de estocada.
El sexto de la tarde, un remiendo de Fuenteymbro, se partió la funda del pitón al rematar contra un burladero. El onubense no pudo realizarle toreo de capa ante las protestas del público para que el novillo fuese devuelto a los corrales. La Presidencia estuvo atenta en todo momento a las condiciones del animal para si éste hubiese demostrado el más mínimo ápice de blandura devolverlo a los corrales, pero finalmente optó por que se lidiara. Con el capote solo hay que destacar un quite por “Gaoneras”. Brindó el novillo al maestro Espartaco, que se encontraba en el callejón. También necesitó de mucho tiempo para acoplarse con las condiciones de este novillo que terminó buscando el refugio de las tablas. Acabó con él de estocada.