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Savia nueva para la Fiesta

Lama de Góngora indultó al quinto novillo de la tarde de la ganadería de Torrestrella de nombre \"Costurero\".

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  • LA TERNA PARTICIPANTE -

Primera de la Temporada 2014 en la Plaza Real. Con un cuarto de plaza en los tendidos se han lidiado novillos de Torrestrella de correcta presentación.  El quinto de la tarde, negro,  de nombre “Costurero” nº 80, nacido en marzo de 2011 y con un peso de 470 kg., fue indultado. José Garrido (Sangre de toro y oro): ovación y dos orejas; Lama de Góngora (Purísima y oro): oreja y dos orejas y rabo (simbólicos); José Ruiz (Tabaco y oro): silencio en el único que estoqueó ya que el sexto se inutilizó durante la lidia. Los tres novilleros se presentaban en esta plaza. Saludó  “El Fini” tras parear al cuarto de la tarde y lidió perfectamente “El Ecijano” al quinto de la tarde.

La puesta de largo de la nueva empresa que durante los próximos cuatro años regirá los destinos de nuestro coso taurino, no ha podido ser mejor. Dos toreros a hombros y el indulto de un novillo han servido para que la tarde terminara en fiesta.

José Garrido, se encontró con un primer novillo que desde el recibo capotero se “metía “por el pitón izquierdo. Tras sacarlo del caballo le recetó un ceñido quite por chicuelinas. El extremeño, tras brindar al respetable, basó su faena por el pitón derecho del animal. Finalizó la misma jugándose el tipo por el izquierdo dándose un arrimón. Tras no andar acertado con la espada recibió una ovación.

Al cuarto novillo, que saltó al ruedo con muchos pies,  lo toreó bien con el capote. Brindó la faena a Juan Cid, quien como mayoral de la ganadería se encontraba,  correctamente vestido de corto, en la azotea de toriles. Salió milagrosamente ileso de ser arrollado al comenzar la faena por estatuarios en los medios. Tras ser desarmado volvió a repetir el cite consiguiendo en esta ocasión pasar por tres veces al animal, para luego rematarlo por bajo. Siguió toreando con la mano derecha. Al rematar con uno de pecho una tanda de naturales, fue alcanzado por los machos, sufriendo una fea voltereta de la cual salió ileso. De ahí para adelante tiró de raza y se montó encima del novillo, demostrando grandes dosis de valor en una faena de mucha cercanía. Lo mató de una gran estocada consiguiendo dos orejas. Hay que señalar que la banda, pese a la insistencia del público no rompió a tocar.

Lama de Góngora  sorteó en primer lugar un novillo burraco muy en el tipo de la ganadería. El sevillano se lució con el percal en unos buenos lances a la verónica rematadas con una excelente media. Tras el protocolario brindis al público, dada su presentación en esta plaza, comenzó la faena por el lado derecho. El novillero tardó en meter en la muleta a un animal que tenía poca clase en la embestida. Tras unas apretadas “benardinas” le propinó una estocada en el “rincón de Ordoñez” que le hizo cortar una benévola orejita.

El quinto de la tarde empujó con fijeza en el único puyazo que recibió. Tras una buena lidia en banderillas de “El Ecijano”, que rompió al novillo por abajo,  el sevillano brindó a D. Álvaro Domecq que se encontraba en un burladero del callejón.  Comenzó su faena de muleta con doblones por bajo sacando al cornúpeta hasta la segunda raya. Tras pasar al novillo con la mano derecha, se pasó la pañosa a la mano “del dinero” logrando unas series de naturales de ensueños dada la magnífica embestida del animal por ese pitón.  El novillo se desplazaba con mucha clase y largura por el lado izquierdo, metiendo muy bien la cara y llegando hasta el remate del natural. El novillero se dio cuenta de que por alto no quería nada y todos los remates los realizó por bajo, derrochando arte y “sevillanía”. El público y el torero querían indultar al astado. La presidencia tardó en sacar el pañuelo naranja, esperando que el animal mostrara el mínimo atisbo para que no se le perdonara la vida. Tras simular la muerte, el torero recibió los máximos trofeos. Sin duda alguna, y como en todos los indultos, la presidencia ha tenido que sopesar cada segundo de la lidia del animal, tomando la nunca fácil decisión de perdonarle la vida. Lo  cierto es que hoy en día la selección que hacen los ganaderos  en los tentaderos,  se mide más que la bravura  la duración y clase en la muleta, y este ejemplar ha tenido ambos requisitos.

José Ruiz  usa unos “trastos” muy pequeños para la lidia actual. La muleta es “lo mínimo que se puede despachar” y  el capotillo, aparte de chico, lo coge muy pegado a la esclavina, lo que demuestra que por sus venas corre sangre de Curro Romero. El puertorealeño   no pudo estar a gusto con el capote ante las descompuestas embestidas de su primer enemigo. El novillo llegó a la muleta con pocas opciones de triunfo ya que soltaba la cara y tenía poca clase en las embestidas. El sobrino nieto de “El Faraón de Camas”, solo pudo dar algún que otro pase aislado.

Le metió la mano con habilidad (marca de la casa) y su labor fue silenciada.

El sexto de la tarde saltó al ruedo con buen son. Ruiz lo llevó a caballo con unas vistosas chicuelinas al paso. El novillo tenía buena calidad en las embestidas y fue pronto en banderillas. Cuando los subalternos estaban cerrándolo para que el torero brindara a la ganadera sevillana Rocío de la Cámara, éste remató de fea manera en un burladero cayendo fulminado. Por lo tanto sin causa alguna reglamentariamente y sin que ni el ganadero ni el empresario dieran orden de que saliese el sobrero, la novillada terminó. Una verdadera pena ya que el novillo, a priori, podría haberle servido al torero para derrochar la torería que se le atisba.

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