La semana pasada asistíamos con asombro al espectáculo proporcionado por la Consejera de Medio Ambiente “oficializando” la reanudación de las obras de ampliación de la depuradora de Guadalmansa. Me pregunto yo, ¿celebraban las autoridades que el retraso de esta obra solamente es de tres años? Lo que se suponía acabado y en marcha en 2012 ahora tiene prevista su terminación para 2015. Espero verlo para creerlo.
Igualmente la semana pasada se reunía el Foro del Saneamiento Integral de la Costa del Sol donde se ponía nuevamente de manifiesto la falta de compromiso de las autoridades autonómicas por el asunto. Palabras, palabras y más palabras. Y mientras tanto, la Junta recaudando por la tasa de saneamiento desde la entrada en vigor de la Ley Andaluza de Aguas. Se estima que solamente en la provincia de Málaga se han acumulado cerca de 60 millones, recursos finalistas según la propia ley, pero cuyo destino es un misterio sin desvelar.
Pero no limitemos la crítica a nuestra querida Junta. El Ayuntamiento también tiene responsabilidades que no puede soslayar. Ampliar la depuradora es bueno, hace falta de cara al futuro, pero a ella han de llegar los vertidos en su totalidad para cumplir la exigencia del vertido cero en 2015 y ahí patinamos con estrépito.
Hace dos domingos me paseaba por la playa del Saladillo, a la altura del establecimiento playero del Hotel Villapadierna, desembocadura del arroyo Taraje; diviso en el mar una repugnante mancha de natas, me fijo en la charca del riachuelo que rebosa nauseabundas excrecencias flotantes… Nada se ha hecho desde hace años para reparar un colector privado roto que vierte al arroyo directamente porque ACOSOL taponó la conexión a la red general para evitar intrusión de agua del mar. Cuando esta corporación toma el relevo se propone la reparación cuyo importe paga la urbanización que los produce… han pasado dos años y nada se ha resuelto por falta de impulso. Las tuberías enterradas no lucen nada, nada, pero ¿y la porquería que flota en la playa? Cuando la esposa de un importantísima mandatario extranjero en esa zona se bañó ya existía el vertido, menos mal que se disimuló.
Otro caso lamentable es el del arroyo Saladillo. Viene un colector desde Benahavís al que le faltan 150 metros para conectar con la red general, mientras tanto vierte al arroyo. Con la dotación económica para la obra aprobada por dicho Ayuntamiento, con el proyecto redactado por ACOSOL, nuestro Ayuntamiento se complica innecesariamente la existencia y ahí está el problema sin resolver desde hace años.
Una zona de la urbanización El Pirata vierte directamente a la playa. Cualquiera lo puede ver si se asoma al murete que la delimita. Falta conectar a la red general, obra de escasa entidad que por falta de interés ahí sigue en su limbo.
Pues esto es igualmente imagen de Estepona, la de sus playas que no están en estado óptimo por circunstancias como las expuestas. Como he dicho antes, las tuberías, bajo tierra, no dan esplendor, pero contribuyen a que el estado de las playas y la calidad de las aguas de baño de lustre a la imagen de Estepona. Las macetas y las callejuelas enjaezadas también, pero menos.
José Manuel Susino
Ingeniero de Caminos, C. y P.