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Salé acusa a Al Harak de boicotear la Conferencia Nacional de Yemen

"La creación de un Estado federal basado en dos entidades es traición. Su objetivo es desgajar la unidad de Yemen", ha dicho en la entrevista que ha concedido este lunes a la cadena Yemen Today, propiedad de su hijo Ahmed Alí Salé

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El ex presidente yemení Alí Abdulá Salé ha acusado al Movimiento del Sur (Al Harak) de boicotear la Conferencia Nacional al insistir en imponer la creación de un Estado federal, advirtiendo de que supone una "traición".

   "La creación de un Estado federal basado en dos entidades es traición. Su objetivo es desgajar la unidad de Yemen", ha dicho en la entrevista que ha concedido este lunes a la cadena Yemen Today, propiedad de su hijo Ahmed Alí Salé.

   El partido político de Salé, el Congreso General del Pueblo (CGP), amenazó el pasado 17 de septiembre con boicotear la Conferencia Nacional en respuesta a la decisión del Gobierno de crear un comité especial, formado por ocho miembros de al Al Harak y ocho houtis, para abordar las demandas sececionistas del sur y el norte, respectivamente.

   "El CGP considera que es una desviación de los objetivos de la Conferencia Nacional, por lo que rechaza que el diálogo multilateral sea sustituido por las negociaciones bilaterales con el norte y con el sur", dijo en un comunicado recogido por el 'Yemen Post'.

   El CGP advirtió de que "lo que está ocurriendo es peligroso y contrario a la Constitución y las leyes yemeníes, así como al acuerdo del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) y su mecanismo ejecutivo". "Es, en suma, inaceptable", concluyó.

REGRESO DE AL HARAK

   El Gobierno aceptó crear este comité especial para propiciar la vuelta de Al Harak a la Conferencia Nacional, que la abandonó el 20 de agosto. "Si volvemos, será para discutir el futuro del sur con todas las partes implicadas", dijeron sus líderes, tras varios días de reunión en Adén.

   El pasado mes de mayo, el líder de Al Harak, Ahmed bin Fardi al Suraima, anunció su retirada definitiva de la Conferencia Nacional al considerar que los participantes "no están abordando el derecho a la autodeterminación".

   Al Suraima, líder histórico del movimiento independentista, regresó a Yemen a finales del año pasado, después de pasar una década exiliado en Omán, y aceptó unirse a la Conferencia Nacional, a pesar de su negativa inicial.

   Al Suraima condicionó su participación a que el Gobierno contemplara la secesión del sur como una opción real, mientras que él se comprometió a tener en cuenta otras alternativas, como el federalismo o la semiautonomía.

SALIDA DE AL ISLÁ

   El pasado mes de marzo, varios líderes de la opositora Congregación Yemení por la Reforma (Al Islá) también abandonaron la Conferencia Nacional, en señal de protesta por lo que consideran una representación injusta de los jóvenes que impulsaron la revolución de 2011.

   Al Islá fue uno de los primeros partidos yemeníes en apoyar la sublevación popular de 2011, incluso llegó a usar su influencia política y militar para proteger a los jóvenes revolucionarios de la represión de las fuerzas gubernamentales.

   Al Islá es una coalición opositora integrada por la rama yemení de Hermanos Musulmanes, liderada por Mohammed Qahtan; la confederación tribal de Abdulá ibn Husayn al Ahmar, al que ha sucedido su hijo Sadeq; y el movimiento salafista yemení, encabezado por Abdul Majeed al Zindani.

CONFERENCIA NACIONAL

   La Conferencia Nacional comenzó el pasado 19 de marzo, en medio de fuertes críticas al proceso de transición política iniciado en noviembre de 2011 y de una gran inseguridad que dejó varias víctimas mortales en las provincias meridionales.

   La Conferencia Nacional es parte del acuerdo auspiciado por el CCG, con el que las fuerzas yemeníes pusieron fin a un año de protestas populares contra el Gobierno de Salé y sentaron las bases de la transición política.

   El principal objetivo de la Conferencia Nacional es que las fuerzas yemeníes lleguen a un acuerdo inclusivo para redactar una Constitución, que debería estar lista  este año, y dar lugar a la celebración de elecciones presidenciales y legislativas en 2014.

   De este encuentro nacional se espera también una respuesta consensuada a las aspiraciones secesionistas de las provincias meridionales, a la reparación de las víctimas de la guerra de Saada (2004), a los derechos de las mujeres y a las reformas gubernamentales para combatir la corrupción.

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