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Huelva

Denuncian a un policía local por apropiación indebida y/o estafa

El agente, según la querella del afectado, ha hecho suyo un coche de alta gama que el propietario tenía retenido por una financiera

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  • Alejandro Rodríguez -

Un ciudadano onubense ha presentado una denuncia contra un policía local de Huelva, J.J.F.T., por presunta apropiación indebida y/o estafa, al haber comprobado que el agente en cuestión está haciendo uso de un coche de su propiedad y que tiene retenido por una financiera. Según explica el afectado a Viva Huelva, la denuncia por lo penal fue presentada “hace unos diez meses” en el Juzgado de Instrucción 3 de Huelva y ha sido admitida a trámite. La rocambolesca historia es como sigue.

Alejandro Rodríguez Boza era propietario de Inmuebles Rodríguez Boza de Construcción, una empresa como tantas que  en plena burbuja inmobiliaria daba sus beneficios.  Alejandro decidió comprarse en 2007 mediante financiación un coche de gama-media alta, un SAAB 93 1.9 tid vector. Cuando la burbuja explotó, a él también le tocó, y en 2008 su empresa quebró, y su coche, por impago, entró en reserva de dominio, lo que le impedía venderlo si antes no saldaba la deuda íntegra con la financiera. Hasta ahí, no deja de ser un caso más de los daños colaterales que provocó la era en la que casi todos eran ricos hasta que dejaron de serlo. Pero el asunto se enreda.

El policía local se interesa
La imposibilidad de disponer de su coche se unió a una avería que, siempre según el testimonio del denunciante, hizo que el vehículo lo dejara estacionado “durante cuatro o cinco meses” en las inmediaciones del Centro Comercial Aqualon. “Al cabo de unos meses, llamaron al telefonillo de mi casa”, describe Alejandro.

Eran dos policías locales, jóvenes, y uno de ellos “sabía perfectamente toda mi historia. Mis datos, los de mi empresa, los de mi coche...”. Ese agente, continúa el testimonio, “me dijo que quería quedar personalmente para hablar a solas conmigo”, algo a lo que Alejandro accedió: “Me dijo que tenía un coche igual que el mío, que se le había ido una pieza, y lo que quería era llegar a un acuerdo conmigo para sacar de mi coche esa pieza, y a cambio me recompensaría con 300 euros, y en lugar de llevarse mi coche al depósito, me lo guardaría en el almacén de un amigo”.  Alejandro aceptó y el coche desapareció del Aqualon. Pero, al parecer, no fue en el almacén de ese amigo del policía donde se quedó.

Su coche por las calles
Meses después de ese acuerdo verbal con el policía, Alejandro vio por la Avenida de Italia un coche muy parecido al suyo, tan parecido tan parecido que resulta que era el suyo. Con posterioridad, lo vio conducido por el agente por otras zonas de la ciudad, como Isla Chica o el centro, por lo que, como es normal la oreja de Alejandro se fue abarrotando de moscas, y más después del resultado de unas indagaciones personales, que lo acabaron de rematar. 

La póliza del seguro
Y es que Alejandro Rodríguez logró acceder a la póliza de seguros de su vehículo, y quedó sorprendido cuando descubrió que a fecha de 17 de noviembre de 2010 se había contratado, “a nombre del padre del policía”, un seguro en el que aparece explícitamente, como ha comprobado Viva Huelva, que está realizado por cuenta del propietario, es decir Inmuebles Rodríguez Boza de Construcción. En una de las cláusulas de la póliza, el propietario figura como responsable de posibles perjuicios que pudiera conllevar la contratación.

“Hace unos ocho meses”, Alejandro acudió a Tráfico para tratar de dar de baja su vehículo, algo que no pudo hacer al estar el coche en reserva de dominio, pero al menos ha conseguido que le otorguen una baja provisional, que entró en vigor el pasado 8 de julio. Dos días después, pidió que se diera de baja la póliza de seguros. “Desde entonces  no he vuelto a ver mi coche en la calle”, asegura el afectado.

Ahora,  tras haber dado notificación tanto a la Policía Local como a la Guardia Civil y confiando en que la Justicia agilice el proceso y dictamine  si el agente   ha incurrido en el delito de apropiación indebida y/o estafa, Alejandro explica que su pretensión es “recuperar mi vehículo para tenerlo controlado ante futuras reclamaciones, y si la Justicia demuestra lo que este policía local me ha hecho, pues que lo pague”.

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