Hubo que esperar a la derrota en Pamplona para certificar que, pase lo que pase ante el Valencia en la última jornada, éste es ya el peor Sevilla del siglo. Sólo opta a sumar 50 puntos y al menos podría igualar la peor marca que hasta la fecha ostenta el equipo de Caparrós en la temporada 2002/2003. Pero claro, por entonces los Redondo, Casquero, Torrado o Toedtli conformaban el núcleo de un Sevilla liderado, eso sí, por Pablo Alfaro y Javi Navarro.
Por ello, con letras mayúsculas habría que titular la campaña pésima de un conjunto con el suficiente presupuesto para tener atado Europa desde hace alguna que otra semana. Pero cuando la masa de los fichajes campea cada domingo por las bandas de los diferentes estadios mala señal. Así, jugadores como Botía, Cicinho, Maduro, Hervás o Stevanovic, sumados a Babá y Manu del Moral, conforman el banquillo del noveno de la Liga. Hasta siete futbolistas que aterrizaron en la capital andaluza entre las dos últimas temporadas. O lo que es lo mismo, 12,3 millones invertidos a cambio de dos goles. Un aval que ha salido muy pero que muy caro.
No es de sorprender que a estas alturas y con tal situación el Sevilla se haya convertido, junto al Athletic Club de Bilbao y al Real Madrid, en el único equipo que ya no tiene ninguna opción que alcanzar el objetivo marcado al inicio de la campaña. Eso sí, el Madrid peleaba por la Liga ante el también todopoderoso Barcelona y al final será segundo y a los vascos lo dejaron en cuadro con la marcha de Javi Martínez y la ausencia de Fernando Llorente. En cambio en del Sevilla no se marchó ninguno de los puntales.
Así afronta el peor Sevilla del siglo la última jornada de un campeonato para olvidar, o mejor dicho, para reflexionar. Con la única esperanza de ser novenos para al menos optar al billete europeo que sorteará el TAS a partir del 4 de junio. Un mal menos ante el ridículo espantoso que sería terminar la Liga con menos de 50 puntos, un hecho inaudito hasta la fecha desde su regreso a Primera.
Son las consecuencias de una planificación desastrosa. Repleta de dimes y diretes entre el club y un grupo inversor apellidado Doyen Group. Una fórmula que ha restado en inversión, pero que ha costado muy cara para terminar luchando por ‘un puesto TAS’.
Emery, peor que Míchel fuera
Nueve encuentros ha dirigido el técnico vasco como sevillista a domicilio, por los diez que comandó Míchel. El madrileño obtuvo 6 puntos, añadiéndole la única victoria. Emery, sólo 4 empates.
