Con un presupuesto superior a los 600.000 euros, la obra Profea (antiguo PER) de la calle Molino está a punto de concluir. De hecho, este viernes se podría abrir parcialmente al tráfico en su primer tramo, a la espera de que finalice la actuación en la parte alta de la calle que colinda con la travesía urbana.
Una de las principales virtudes de la obra, junto con un importante componente estético, es que el número de aparcamiento se dobla, pasando de 36 a 70 plazas. En este sentido, se espera que la zona gane en posibilidades de desarrollo del comercio, teniendo en cuenta que también se dotará de plazas para carga y descarga de mercancías y de plazas para personas con discapacidad. El 90 por ciento serán plazas libres sin estar sometidas a una zona azul como en otras calles del centro urbano.
En el lado estético, se colocarán varios maceteros en la parte alta de la calle, como también se ha recuperado la arboleda tradicional (los naranjos) que ha estado cuidada por el Ayuntamiento estos meses.
Paralelamente, el Gobierno trabaja en el asfaltado de la paralela calle Sol, con lo cual se redondeará la actuación en la zona. A ello se le suma el próximo Profea que actuará a partir de junio en la calle San Francisco y colindantes, sin dejar de mencionar las obras que se acometen en los pisos sindicales y otros lugares de la barriada de la Paz.
Además, el Gobierno ha destinado en torno a 100.000 euros a la reordenación de Fernán Caballero, con lo cual se rematará la actuación de la calle Molino.
Desde el equipo de Gobierno, los delegados de Infraestructuras y Urbanismo, Sebastián Ruiz y Manuel Erdozain, pidieron disculpas a los vecinos por las molestias de los últimos meses, pero sobre todo dejaron constancia del compromiso municipal con el empleo y la mejora de la ciudad.
