El PSOE ha presentado en Ronda su campaña "Sí a los pueblos, no a la reforma local", con la que la formación está combatiendo en pueblos y ciudades de toda España esa propuesta pendiente de tramitación parlamentaria con la que el Ejecutivo Central pretende modificar la actual Ley de Bases del Régimen Local.
La parlamentaria Remedios Martel ha defendido en Ronda que "de nuevo con el señuelo del ahorro la derecha de este país pretende dar un golpe a la democracia, cuando el problema en este país no son los sueldos de los concejales, que no cobran en su mayoría, sino los enormes sobresueldos que cobraban los miembros del PP", criticó tras acusar a los populares de "intentar nuevamente hacer culpables a los ciudadanos de un déficit fantasma, con la idea de fondo de privatizar todos los servicios públicos".
Martel aseguró que el PSOE "dará una respuesta contundente" a la reforma, y alertó a los vecinos de Montecorto y Serrato: "Quieren eliminar estas ELA".
Por su parte, la portavoz socialista en Ronda, Teresa Valdenebro, pronosticó los graves efectos de la reforma, tal y como se ha planteado, sobre los pueblos de la comarca de Ronda: "La mayoría de nuestros pueblos son muy pequeños, van a verse totalmente afectados", y aseguró que "tras que Madrid establezca con esta nueva ley cuánto deben costar los servicios públicos, tenemos claro que todos estos servicios, según la idea que tiene el PP, pasarán a manos de la Diputación, para acabar privatizados. La basura o el agua subirán de precio. Habrá más impuestos para peores servicios".
Por lo que a Ronda respecta, Valdenebro alertó: "Van a prohibir al Ayuntamiento prestar políticas de Juventud, o gastar un sólo euro en empleo, algo que, en cualquier caso ya está haciendo la señora Fernández sin que nadie se lo diga. Pero es que no se podrá gastar en educación, igualdad o servicios sociales, porque no son competencia municipal", reprochó la portavoz socialista en Ronda.
Según Valdenebro, la reforma persigue varios objetivos: "Cargarse la estructura democrática de nuestro país, implantar en todos sitios la ideología de derechas y entregar los servicios que se prestan en pueblos y ciudades, como ya lo hacen en las autonomías, a determinadas empresas". Concluyó que "es una reforma que nos llevará a tiempos pasados, y permitirá que haya ciudadanos de primera y de segunda", terminó.
