SEO/BirdLife ha anunciado que se personará como acusación particular en el caso de un guarda de un coto de caza que está imputado como presunto responsable de la muerte por envenenamiento de, al menos, dos milanos reales, un zorro, un meloncillo y dos perros en el municipio de San José del Valle.
Los hechos se produjeron a principios de año, cuando efectivos del Seprona y Agentes de Medio Ambiente de Andalucía hallaron los cadáveres de dos milanos reales, especie catalogada en peligro de extinción, y del resto de animales. Los análisis toxicológicos constataron que, tanto los cebos hallados en el coto, como algunos de los cadáveres contenían un insecticida altamente tóxico, el mismo que se halló durante la inspección de una nave de la finca.
En las instalaciones registradas por los agentes se encontraron además 14 cepos para la captura de predadores, 150 perchas para aves insectívoras, más de 80 lazos de distinto tamaño y diseño, munición del calibre 22, varios cartuchos de postas, un silenciador, un reclamo electrónico y una caja de madera que a modo de criadero contenía más de 500 "alúas" u hormigas aladas para su empleo como cebo en la caza de aves insectívoras.
Así las cosas, la organización ecologista actuará como acusación particular en los tribunales, con el objeto de conseguir una sentencia que permita "reflejar las consecuencias legales que tiene la utilización de estos métodos de control de predadores y disuadir de su uso". Este es uno de los objetivos específicos del proyecto Life+ VENENO para avanzar en la lucha contra el veneno.
SEO/BirdLife denuncia que a pesar de ser ilegal y no efectivo, el veneno se sigue utilizando para eliminar depredadores, así como para el control de plagas agrícolas. La colocación de cebos envenenados es una práctica arraigada aunque completamente ineficaz para los objetivos que persigue, además de un método "masivo, no selectivo y cruento para la fauna".
El proyecto Life+ Veneno tiene como objetivo lograr una disminución significativa del uso de veneno en España. El proyecto, con un presupuesto de 1,6 millones de euros, de los cuales la Comisión Europea cofinancia el 40 por ciento y la Fundación Biodiversidad el 26%, se desarrolla entre 2010 y 2014.
