Abrió la noche la chirigota 'Los Charos', de Antonio Santos García clasificada en cuarto lugar en la fase preliminar, iniciando el programa con una divertida boda gay que tuvo que oficiar la propia alcaldesa, Eva Corrales, que entre risas ofició la carnavalera ceremonia para luego dar paso a la actuación de la agrupación.
Los terceros en la fase preliminar, la chirigota “Paolo Mondragón, interiorismo y decoración', de Pedro Pablo Santamaría Curtido, tomó el escenario para seguir arrancando risas y aplausos del público, con su tipo de decoradores 'fashion' que recibían encargos hasta del mismo Urdangarín.
Llegaba a mitad del Festival uno de los momentos más esperados, con la actuación de la comparsa original de los hermanos ‘Carapapa’, 'Los Duendes Coloraos', primer premio en el COAG del Falla en su categoría, que hicieron gala de su enorme calidad vocal, musical y de letras, y recibieron el calor de los roteños aficionados.
Tras un descanso de quince minutos, el festival proseguía con la actuación de la chirigota roteña 'Ar carajo la bijicleta', de Adrián Fuentes García, que quedó como segunda clasificada . Una hilarante clase de spinning con un espídico monitor y alumnos algo entraditos en carnes hizo las delicias de los presentes, e incluso se atrevieron a incluir en su repertorio un pasodoble creado durante la misma tarde, en la que reivindicaban su amor por el carnaval roteño y por la hermandad entre las agrupaciones.
La chirigota 'La Gorda lleva el premio' original de Pedro Curtido 'Kubala' y primer premio del festival carnavalesco roteño, y con una puesta en escena muy completa y divertida, hizo reir a carcajadas a los presentes, con intervenciones incluso de miembros de Protección Civil que participaron en la actuación de un grupo de señoras muy aficionadas al bingueo en la playa.
El Festival finalizaba con la actuación de la chirgota 'Mejó no salgo', original de Pedro Serrano 'El Canijo de Carmona', que aunque este año no obtuvieron los resultados esperados en el COAC, cantaron para los roteños y roteñas el repertorio que tenían previsto si pasaban a la final del concurso del Falla, cerrando así una noche en la que el compañerismo y la guasa entre las distintas agrupaciones y la diversión fueron las notas dominantes.