Sus compatriotas y amigos hacían lo mismo, en lo que ayer fue la pequeña primera movilización de griegos en Sevilla. Antes, colocaron diferentes pancartas alrededor del Ayuntamiento. “Grecia en llamas”, rezaba una. “La lucha contra el capitalismo es la lucha contra la libertad”, se podía leer en otra. La Policía Nacional se encargó de identificar a todo el que, de alguna forma, participaba en el pequeño acto. El objetivo es el de “informar de lo que de verdad está pasando. No estoy a favor de la violencia, y en las manifestaciones son mayoritariamente pacíficas, pero los medios de comunicación sólo muestran esa parte”, comenta la joven, que está en paro. Lleva dos años en la ciudad.
Casi al mismo tiempo llegó Stavros desde Egio, su ciudad natal. En España, mientras recibe clases de guitarra, trabaja en lo que puede, aunque asegura que la dificultad para encontrar trabajo “es parecida a la de Grecia”. Esa similitud la corrobora Yorgos, que llegó hace un mes desde Atenas. “Vine a buscar trabajo, pero aquí tampoco hay”, asegura. ¿Similitudes de lo que pasa en Grecia y España? “En Grecia es peor, pero hay parecidos, como que el salario mínimo interprofesional se ha rebajado, pero allí lo han recortado en 200 euros; ahora es de unos 400 euros”.
También se animó ayer a repartir panfletos Elena, de 27, que ha venido a visitar a sus amigos. Ella sí tiene trabajo, como radióloga en un hospital privado. Sobre si le gustaría tener la estabilidad de ser funcionaria aclara que “en Grecia ningún trabajo es seguro ahora”. El Gobierno del tecnócrata Papadimos ha acordado con la 'troika', representación de la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo, la reducción de 15.000 plazas de funcionarios hasta el final de 2012.
¿Servirán los duros ajustes para salvar Grecia? Estos chicos tienen claro que no. "Es un problema global, del sistema, así que la solución pasa por todos los países", aseguran.
Brecha social
Uno de los problemas fundamentales que está aflorando en Grecia es el de la brecha, cada vez mayor, “entre los ricos y la gente normal, los trabajadores”. Según explicaban ayer estos jóvenes, “el coste de la mano de obra se convierte en el de Asia, y el de la vida en el de Suiza”. Tampoco pueden evitar comparar las reformas españolas con las griegas: “ambas empobrecen al trabajador”. En España, “ya se movilizará la gente cuando tenga hambre” recalca Yorgos. La siguiente acción que quieren llevar a cabo será la de unas jornadas sobre la situación de su país.