Los participantes se dieron cita en el pabellón polideportivo “Andrés Mateo” del Saladillo para dirigirse andando hasta el Parque del Centenario, y desde ahí hasta la playa de Getares, lugar en el que se llevó a cabo una clase de yoga con relajación de una hora de duración, a la que siguió el regreso por el río Pícaro hasta el punto de partida.
Cabe señalar que en esta iniciativa tomaron parte personas que han sufrido infartos cardíacos o accidentes cerebro-vasculares, quienes destacaron lo ventajosa de esta idea para mejorar su calidad de vida.
La intención de Conesa es la de seguir desarrollando actividades de este tipo, y ya se trabaja en la preparación de una gala artística con mayores que con toda probabilidad se celebrará el próximo mes de marzo bajo la dirección de la propia Acosta.