En una remodelación de su gabinete que ha afectado a ocho carteras, Caramanlis sustituyó también a los ministros de Educación, Evripisdis Stilianidis, y de Economía, Giorgos Alogoskufis, después de dos legislaturas en el Gobierno.
En cambio, permanece en su puesto el ministro del Interior, Prokopis Pavlopulos, muy criticado por la gestión de la respuesta a las mayores protestas vividas en Grecia en las últimas décadas por la muerte de un adolescente por disparos de la Policía.
Como viceministro del Interior encargado de Orden Público se situará Jristos Markoyanakis, que ya estuvo al frente de esa responsabilidad durante la preparación de la seguridad para los Juegos Olímpicos de 2004.
El nuevo responsable de Economía será Gianis Papathanasiu, que tratará de luchar contra el efecto de la crisis económica mundial después de las críticas contra el anterior encargado de la cartera.
El ministro saliente de Educación, Evripidis Stilianidis, abandona el cargo entre grandes protestas por las reforma de la enseñanza, que ha llevado a la ocupación de cientos de colegios y facultades universitarias por los estudiantes.
Stilianidis asume el cargo de ministro de Transporte, que está llamado a gestionar la privatización de las aerolíneas estatales Olympic Airlines hacia fines de mes, y la de la compañía ferroviaria estatal OSE, que suponen grandes perdidas para el Estado.
El saliente ministro de Turismo, Aris Spiliotopulos, asume el cargo de Enseñanza.
Un escándalos económico por la venta de tierras estatales a un monasterio, investigada por la Justicia, llevó al cambio de los viceministros de Exterior, Petros Dukas, y de Economía, Alekos Kontos, debido a su presunta implicación en la operación.
La popularidad del Ejecutivo de Caramanlis ha caído en unos ocho puntos porcentuales.
Caramanlis mantuvo en sus puestos la ministra de Exteriores, Dora Bakoyani, actual presidenta de turno de OSCE, y el de Defensa, Vangekis Meimarakis.