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Strauss-Kahn será juzgado ante jurado y con su supuesta víctima como testigo

Dominique Strauss-Kahn será juzgado ante un jurado, después declararse este lunes no culpable de agresión sexual e intento de violación.

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Dominique Strauss-Kahn será juzgado ante un jurado, después declararse este lunes no culpable de agresión sexual e intento de violación de una mujer de 32 años, quien planea testificar contra el exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).

"Va a quedar claro que no hubo elemento alguno de coacción con violencia en este caso", defendió hoy Benjamin Brafman, abogado del político francés a las puertas de la Corte Suprema de Nueva York donde tuvo lugar una breve vista, duró cinco minutos, en la que Strauss-Kahn (DSK) se declaró no culpable.

Si se hubiera declarado culpable se habría evitado la celebración del juicio. Sin embargo, ahora la maquinaria se ha puesto en marcha para que el político sea juzgado en un proceso que contará con un jurado popular y en el que podría ser condenado a 25 años de cárcel, la pena establecida para los delitos más graves que se le imputan.

Del brazo de su esposa, Anne Sinclair, DSK hizo este lunes su primera visita a la corte desde que se le concedió la libertad bajo una fianza de seis millones de dólares, que le permite estar recluido en una lujosa vivienda del barrio neoyorquino de TriBeCa bajo vigilancia permanente pagada por él mismo.

Previsiblemente, su próxima salida será el 18 de julio, cuando, tal y como estableció hoy el juez Michael Obus, deberá volver a la corte para fijar el calendario del juicio y que ambas partes intercambien datos sobre argumentos, testigos y pruebas.

De momento, y según las declaraciones realizadas por ambas partes, se intuye que la defensa del político francés argumentará que en el incidente del 14 de mayo en un lujoso hotel de Manhattan con la denunciante, una empleada de 32 años que acudió a limpiar su habitación, no hubo "coacción con violencia", pese a que ella argumenta que le obligó a efectuarle dos felaciones.

"No hubo coacción con violencia. Cualquier sugerencia de lo contrario es simplemente increíble", apuntó Brafman en declaraciones a la prensa que se arremolinó ante la corte y que en su mayoría no pudo acceder a la sala del juez por limitación del espacio.

La supuesta víctima -cuya identidad no ha sido difundida por la naturaleza de las acusaciones- está dispuesta a testificar ante el juez, según explicó a la prensa Kenneth Thompson, uno de sus abogados, a la salida de la corte.

"Está destrozada. Está traumatizada", explicó Thompson. "Fue un ataque sexual terrible contra una mujer inocente, así que ella misma vendrá a la corte y contará la verdad. Lo que quiere es justicia", añadió el letrado, quien habló de la "dignidad y respeto" que merece su cliente, al tiempo que rechazó que esté "buscando publicidad".

Thompson, que calificó de "absurdo" sugerir que lo ocurrido fue de mutuo acuerdo, detalló que la mujer está decidida a "testificar y decir al mundo lo que (el acusado) le hizo", así como a demostrar que "todo el poder, dinero e influencia de Strauss-Kahn no evitarán que se descubra la verdad de lo que hizo en esa habitación".

Por su parte, el abogado del acusado dijo que la declaración de no culpabilidad de su defendido -quien acudió a la vista con semblante serio, ataviado con traje y corbata oscuros- es "una elocuente y poderosa declaración", e insistió en que defenderán el caso en el tribunal.

Además del gran despliegue mediático alrededor de la corte, la zona se llenó de curiosos, así como de miembros del sindicato de empleados de hotel, muchos de ellos mujeres vestidas con uniformes de trabajo, que increparon y abuchearon al acusado y a gritos le pidieron que se avergonzara de su comportamiento.

Esas mujeres profirieron a la llegada de Strauss-Kahn gritos como "avergüénzate", en inglés, o "abusador", en español, entre otros insultos que se podían oír desde la decimotercera planta de la corte donde tuvo lugar la vista sobre el caso del poderoso político francés, de 62 años y con cuatro hijas.

La detención de DSK hace tres semanas, cuando ya estaba en un avión rumbo a París, generó un escándalo internacional dada la relevancia pública del acusado, tanto en Francia, donde era uno de los posibles candidatos socialistas a las elecciones presidenciales, como en todo el mundo, porque era el máximo responsable del FMI, una de las instituciones financieras internacionales más importantes.

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