El pasado 6 de mayo, Beckham viajaba en su Cadillac Escalade negro junto a su hijo Brooklyn por una de las autopistas más concurridas de Los Angeles, y chocó contra la parte trasera de otro vehículo.
Tanto David como el pequeño Brooklyn salieron ilesos del accidente, mientras que el conductor del vehículo contra el que chocaron tuvo que ser trasladado al hospital para recibir asistencia médica.
Pese a que el jugador no ha sido llamado a declarar ni el accidente ha supuesto ningún conflicto, TMZ ha tenido acceso a las llamadas que los testigos hicieron a la Policía, en las que explicaban los polémicos detalles de lo sucedido.
Una de las llamadas describe cómo Beckham estaba "conduciendo de forma temeraria" y "a demasiada velocidad" antes de chocar, mientras que en otra se afirma que "se saltó un par de normas de tráfico".
El representante del futbolista no se ha referido a estas llamadas y simplemente ha afirmado a TMZ que "pese a que los accidentes son desafortunados, David no fue citado por la Policía por ninguna infracción".