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El pobrecito hablador

Andaluz para toda la vida

Seremos siempre hijos de una tierra exportadora de bienes y capital humano, pero que nunca recoge lo que siembra

Publicado: 04/06/2024 ·
10:49
· Actualizado: 04/06/2024 · 10:49
  • Izada bandera andalucía. -
Autor

Francisco Palacios

Palacios es matemático y programador. Publicó su único libro hace ya unos años y sigue siendo el autor más leído de su calle

El pobrecito hablador

Escribo sobre lo que me gusta, pero sobre todo sobre lo que me disgusta, como un grito desesperado para no ganarme una úlcera

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Todo el mundo tiene una ideología, una base que te decantan hacia la izquierda o la derecha. La tienen incluso aquellos que dicen que no son ni de izquierdas ni de derechas, que suelen ser más diestros que Milei con un ataque de ultraliberalismo. Incluso puede ser que, con el tiempo, la edad y las experiencias te hagan cambiar tus convicciones. Ahí tenemos a González, un tipo que antes decía ser de izquierdas, y que ahora ya no deja lugar a dudas de que nunca lo fue.

Lo que creo que debemos tener claro es que nunca jamás dejaremos de ser andaluces. Por más que queramos, por mucho que algunos se empeñen en esconder su acento, serán andaluces hasta el día que mueran. Pertenecerán a una comunidad que encabeza los destinos turísticos, pero que sólo pone la mesa y el mantel. Seremos siempre hijos de una tierra exportadora de bienes y capital humano, pero que nunca recoge lo que siembra. Porque siempre ponemos la mano de obra, pero para llenar la cuenta corriente de alguien que duerme en los madriles.

Si Andalucía estuviese al otro lado del Mediterráneo, seríamos carne de patera, de jugarnos la vida cruzando el mar, de morir en la orilla. Como hemos hecho toda la vida, emigrando donde nos dieran un plato de comida. Por eso, Catalunya es la Novena Provincia. Porque no hay nada más triste que no poder ser feliz en tu tierra, rodeado de los tuyos, de tu gente, desarraigarte para poder vivir.

Todo el Pais Vasco cabe en Málaga. Entero. Imaginemos por solo un instante que sólo Málaga tuviese el mismo poder político y económico que el Pais Vasco. Yo, con la mitad, ya me conformaba. Ahora, imaginen eso multiplicado por ocho. Todo ese poder, toda esa fuerza política, capaz de decidir un gobierno. Todo ese bienestar, ese supremacía económica multiplicada por cada provincia andaluza. Si uno lo piensa bien, da vértigo. Y te saca una sonrisa de oreja a oreja.

Lo que nos diferencia no es la industria, la capacidad de trabajo, la cultura del esfuerzo o cualquiera de las chorradas que un liberal es capaz de soltar en cinco minutos. La diferencia, la única, es que ellos apuestan por sí mismos.

Si no te quieres, nadie te va a respetar. Si no te defiendes, nadie lo hará por ti.

Ahora, Andalucía.

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