La estatuilla al mejor actor se la llevó James Franco (127 Hours), que ejercerá de maestro de ceremonias junto a Anne Hathaway en la 83 edición de los premios Óscar.
“Me siento muy bien”, dijo el actor. “Los Óscar llevan celebrándose 83 años. Yo sólo me uno a este gran aparato. Será algo muy familiar y divertido. Nos van a permitir que estemos relajados y no nos van a forzar a encajar en un molde en el que nos cabemos”, añadió.
Los premios destinados a las mejores actuaciones de reparto fueron a parar a John Hawkes y Dale Dickey, ambos por Winter's Bone, que partía como la cinta favorita con siete candidaturas.
The Kids Are All Right se llevó el premio al mejor guión, obra de Stuart Blumberg y Lisa Cholodenko.
El galardón John Cassavetes, entregado a la mejor película hecha con menos de 500.000 dólares de presupuesto, fue a parar a Daddy Longlegs, mientras que el título de mejor película extranjera fue para la británica The King's Speech, favorita en los Óscar gracias a sus 12 nominaciones.
Asimismo el premio al mejor documental fue para Exit Through Gift Shop, de Banksy; el de mejor película novel lo obtuvo Get Low, de Aaron Schneider, y el mejor guión novel llevó la firma de Tiny Furniture, de Lena Dunham.
Los famosos galardones al mejor cine independiente regresaron este año a la playa de Santa Mónica, su
ubicación habitual tras el cambio de localización, al centro de Los Ángeles, en 2010.