OiLCA, el medio ambiente como factor de competitividad

No es la primera vez que traemos a estas páginas estrategias conjuntas que buscan mejorar la rentabilidad de determinadas empresas o incidir en la competitividad de un sector, aunque OiLCA tiene de novedoso que incluye a varios países europeos, que se destina a un sector tan importante para la economía de nuestra región como es el aceite de oliva y, sobre todo, su fin último, la competitividad de los productores pero poniendo el énfasis en el medio ambiente como elemento fundamental.

OiLCA es un proyecto internacional que intentará determinar la huella de carbono de la producción del aceite de oliva, la gestión de sus residuos y los costes que se le asocian, busca mejorar la competitividad de las empresas pero reduciendo su impacto ambiental aplicando principios de ecoeficiencia, lo que podrá identificarse posteriormente ante el consumidor a través de una ecoetiqueta. Para realizar la cuantificación de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEl) se utilizará como herramienta el Análisis de Ciclo de Vida (ACV) en su modalidad de la cuna a la puerta, que evaluará cuatro procesos: el olivar, la almazara, la orujera y el compostaje como opción de gestión de residuos, lo que determinará un modelo de gestión enfocado fundamentalmente a las empresas.

Y aquí está lo interesante de OiLCA. El proyecto -en el que también participan otras zonas productoras como Cataluña, Portugal y Francia- estará coordinado por el Centro Tecnológico del Olivar y del Aceite, Citoliva, que se encuentra ubicado en Mengíbar, y en él van a participar 55 empresas, 25 de ellas de Andalucía, que serán en las que se evalúe su huella de carbono (su incidencia en el medio ambiente y las fórmulas para evitar más emisiones) y en las que se diagnostique y de forma cuantitativa cómo reducir la emisión de gases de efecto invernadero, permitirá anticiparse al aumento de costes de gestión de los residuos y a normativas ambientales futuras más restrictivas.

Participación empresarial

La participación de estas empresas es clave en el desarrollo del proyecto y será en ellas en las que se evalúe finalmente la efectividad de un proyecto cofinanciado por los fondos Feder y que tiene un presupuesto de 905.393,12 euros y 24 meses de duración. Para articular esta participación se organizará cuatro mesas de trabajo regionales en las que, con un mínimo de diez empresas en cada una, se validará la accesibilidad de una herramienta software diseñada para determinar la huella de carbono, puesto que los productores serán los que determinen si es o no eficiente.

Además, habrá jornadas de capacitación de empresas (en Andalucía serán dos, por el alto número de compañías y productores potenciales) dirigidas a aquellas que han mostrado una clara responsabilidad empresarial y ambiental, a las que se le transferirán los conocimientos y el software de autoevaluación, aunque la herramienta estará más dirigida a los técnicos (aunque serán básicos también para la toma de decisiones de gestión y dirección) que puedan aplicar las técnicas para reducir emisiones, costes en gestión de residuos y adaptación a las normativas.

La propia gestión de las emisiones y la reducción de costes bajo un concepto de ecoeficiencia tendrá como colofón la creación de una ecoetiqueta, que se aplicará al menos a tres productos de cada empresa evaluadas, lo que permitirá al sector del Sudoe(es decir, el Espacio Sudoeste Europeo) obtener una diferenciación competitiva respecto a otras zonas productoras, mostrando su compromiso con el medio ambiente y aportar valor añadido a sus productos, que no es otro que el compromiso de la empresa por mitigar el cambio climático y las técnicas medioambientalmente responsables.

Coordinación de Citoliva

Para llevar a cabo el proyecto, liderado por Citoliva, se ha creado un Consorcio en el que participarán también el CTM, Centre Tecnológic de Manresa (Barcelona); IAT, Instituto Andaluz de Tecnología (Sevilla); CVR, Centro para Valorizacao de Residuos (Braga-Portugal); y LCAI, Laboratoire de Chimie AgroIndustrielle (Toulouse -Francia), como socios benéficos y AOTAD, Associacao de Olivicultores de Tras-os- Montes e Alto Douro (Mirandela-Portugal) como socio asociado.

Citoliva coordinará y gestionará el proyecto OiLCA, llevará a cabo el análisis del inventario de costes y liderará la fase de transferencia de tecnología a empresas, además de hacer una evaluación final mediante una auditoría técnica interna y otra externa, que servirá para emitir un informe de calidad final del estudio.

Durante la presentación en sociedad del proyecto, la directora general de Citoliva, Cristina de Toro de Navero, ha destacado la intención del equipo de trabajo del proyecto para aunar esfuerzos con el objetivo de potenciar la I+d+i en el sector del aceite de oliva, transformándose en la mejora de la competitividad e internacionalización de nuestro tejido empresarial oleícola e industrias afines.

Por su parte, el subdirector general de Fomento Industrial e Innovación del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), Ernesto Ríos López, ha expresado el apoyo de su departamento a este tipo de iniciativas que “aunan un producto tan clave para nuestra institución e insignia de la dieta mediterránea como es el aceite de oliva y que a la vez está vinculado con uno de las temas que incluye el programa de nuestro Ministerio, la sostenibilidad, al pretender determinar la huella ambiental”.

OiLCA, presentado en el mes de abril al Programa de Cooperación Territorial del Sudoe, nace con el propósito de consolidarlo como un espacio de cooperación territorial en los ámbitos de la competitividad y la innovación, el medio ambiente, el desarrollo sostenible y la ordenación del territorio, que contribuya a reforzar la cohesión económica y social en el seno de la Unión Europea, contando con financiación de los fondos Feder.