Cortés estuvo ilocalizable durante el día en el que se anunció que entraba en las categorías principales de los premios del cine español. “Estamos a tres semanas de empezar el rodaje. Ni siquiera recordaba que fuera el día en que se hicieran públicas las nominaciones. Las noticias han llegado en medio de un curro incompatible con nada”, explicó a Efe en una entrevista.
El realizador, que debutó con Concursante, ultima en Cataluña las localizaciones técnicas antes de dar el primer claquetazo a Red Lights, el proyecto que dejó aparcado cuando cayó en sus manos ese guión que Chris Sparling que nadie se atrevía a rodar por transcurrir íntegramente dentro de una caja.
Ahora, con un guión de su cosecha y con exteriores en Canadá, aunque Red Lights se ambiente en Estados Unidos, afronta una historia distinta: “Es un thriller paranormal que sirve como excusa para explorar los mecanismos de percepción y cómo el cerebro humano es un instrumento poco fiable para percibir la realidad”, explicó.
Robert De Niro interpreta a un supuesto médium, “el más grande de todos los tiempos, que reaparece después de tres años de desaparición misteriosa de la vida pública”, y Sigourney Weaver a una colega de esta profesión tan discutida.
“Hemos investigado durante un año y medio dos mundos opuestos y por tanto muy similares: los escépticos, los racionalistas, los científicos, y los creyentes.Entender sus razones profundas para crear una dialéctica interesante”.
