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El robo de cables de cobre se ceba con el Campo de Gibraltar

Los municipios de la comarca han sufrido a lo largo del año daños cifrados en miles de euros. Los delincuentes atan una cuerda a los cables previamente cortados y tiran con un vehículo. La Policía asegura que es difícil interceptar los robos ya que son muy rápidos y silenciosos

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  • Los delincuentes sustraen los cables del tendido eléctrico urbano, ya que es el más fácil de robar y el que ofrece una mayor compensación económica. -
La situación de crisis económica ha provocado la aparición de distintas formas de delincuencia, algunas renacidas de viejas prácticas como los expolios rurales. Pero una de las que más fuerza está cobrando en los últimos meses es el robo de cables de cobre, una circunstancia que está haciendo estragos en la comarca.

Se trata de un procedimiento que se presenta como sencillo para los delincuentes, y muy rentable. Por un kilo de cobre pueden ganar cantidades que oscilan entre los 4 y los 4,5 euros, una cantidad que se engorda de forma notable cuando se trata de grandes cantidades de metal.

Por eso, los robos se están produciendo, cada vez más y de forma generalizada, en las instalaciones eléctricas del alumbrado urbano, un ámbito en el que los delincuentes se están cebando en toda la comarca. El procedimiento es bien sencillo. Los ladrones abren las arquetas del alumbrado, cortan los cables y los enganchan a un coche. El resto del trabajo lo realiza el vehículo, tirando de la instalación eléctrica, hasta llevar la mayor cantidad posible de cables.

“Los roban de noche, de día, con las farolas apagadas o encendidas, y les da igual que de un chispazo, porque tiran de los cables con sus coches” afirma José Medina, superintendente de la Policía Local de Algeciras, la ciudad de la comarca que se está viendo más afectada por estas prácticas.

“Es dificilísimo cogerlos robando”, señala, ya que “no hacen ningún ruido. Además, tenemos el problema añadido de la cobertura que le dan los chatarreros, que son cómplices”. Algeciras ha venido experimentando en los últimos meses un crecimiento alarmante de las oleadas de robos relacionadas con los cables del alumbrado público, que los delincuentes queman para luego vender el cobre en chatarrerías. En lo que va de año, son ya 54 los robos cometidos, que han afectado a casi todas las barriadas de la ciudad, dejando muchas calles a oscuras.

El primer robo se detectó en el mes de marzo, cuando se extrajeron 40 metros de cable de cobre en la carretera de subida a la plaza de Toros, valorados en 493 euros. De ahí en adelante, el balance es espectacular. En abril se registraron trece robos en diferentes puntos de la ciudad. En concreto, se registraron en las calles Deimos y Chocolate (en la barriada de La Juliana); en la avenida Andalucía, calle Los Barreros, Bodión, Puerta del Hotel Cristina, avenida Victoria Eugenia y Río de la Miel (en la zona baja); la Cañá de los Tomates; Cortijo Vides; en el edificio situado detrás del Bahía ParK; y en la autovía A-7.

En mayo se produjeron otros diez robos de cable de cobre en la ciudad, también diversificados en distintos puntos, como las calles Félix Rodríguez de la Fuente, Séneca, Oceanía, Aguamarina, Boquerón, San Luis, paseo de la Cornisa y en las barriadas de El Saladillo, San José Artesano, La Perlita y frente al cementerio nuevo.
En el mes de junio se registraron otros seis robos, dos de ellos en La Menacha, dos en El Rinconcillo, uno en Cortijo Vides y otro en Pérez Arriete. En julio tuvieron lugar otros seis, en las calles Chumbera, Jaén, Justo San Salvador, Arcos del Cobre, Oceanía y Amapola.

En agosto se produjeron otros dos, en la calle Parra y en Los Guijos, frente a Patatas Navarro; mientras que en septiembre tuvieron lugar seis más, en avenida Oceanía y avenida América (San José Artesano); en bajada al cementerio y calles Buitre, Cacatúa y Arbolitos (en El Rinconcillo); y en avenida Asia.

En octubre se registraron cuatro robos, en las calles San Luis y Agustín Bálsamo, en el parque Monte Palma y en el acceso a Cortijo Vides. Por su parte, en noviembre hubieron cuatro robos más, en las calles Olivo, Rosal y Margarita, Benaocaz y El Bosque y en el polígono de La Menacha.

El último robo se registró el pasado 8 de diciembre en los cuadros eléctricos que se encuentran en el interior del recinto que alberga la depuradora de la antigua factoría papelera de Celupal, afectando también a parte de la autovía A-7 y al polígono industrial de La Menacha, y dejando sin luz trece calles de la barriada de El Acebuchal.

La situación está llegando a un punto desesperante para la Delegación de Alumbrado, que se está viendo obligado a emplear una elevada cantidad económica para suplir el material robado. De hecho, los robos registrados hasta la fecha suman ya un coste para las arcas públicas de 110.788 euros.
Para combatir la situación, la Delegación de Alumbrado está optando por sellas las arquetas donde se repone el cable de cobre, fundamentalmente con cemento.

Autovía
Uno de los puntos de la comarca que más ha sufrido las consecuencias del robo de cable de cobre ha sido la autovía A-7, donde varios tramos de su trazado se han quedado sin luz como consecuencia de estos actos delictivos.

Así, se registraron varias sustracciones entre los kilómetros 102,400 y 106,800, en el principio del trazado desde Los Pastores, cuya titularidad corresponde al Ayuntamiento de Algeciras. Por su parte, se han detectado varios robos del kilómetro 109 al 110,50, a la altura del término municipal de Los Barrios, aunque de titularidad perteneciente al Ministerio de Fomento.

Por su parte, otros puntos se han visto afectados, como el tramo que va del kilómetro 110,500 al 114 (de Los Barrios a Guadacorte) o el que va del 116,8 al 118 (en el enlace con la Estación de San Roque). En el resto de la comarca, la situación no ha sido ajena. Municipios como Los Barrios vienen sufriendo también estos saqueos, siendo el más significativo el registrado en la avenida Manuel Moreno, en Palmones, donde el robo de 1.700 metros de tendido eléctrico dejó la vía a oscuras, y suponiendo un coste de 4.000 euros.

San Roque ha sido otro de los municipios afectados, donde el término municipal se vio afectado por una oleada de robos que comenzaron en octubre, con el mismo modus operandi. En este caso, la investigación policial condujo hasta un ciudadano polaco, que se encargaba de realizar las sustracciones de cable para venderlos en La Línea.

La intervención policial también condujo hasta un robo en el polígono industrial La Pólvora, donde se recuperaron varios rollos de cable que habían sido sustraídos.

La Línea ha sufrido también a lo largo del año el coste y el perjuicio que suponen este tipo de robos. El último se produjo en el Camino de Sobrevela, que quedó completamente a oscuras como consecuencia del robo perpetrado sobre la red de alumbrado público en dicha vía, el cual ya ha sido repuesto.

Otros robos de cables de cobre de consideración que se han producido este año en el municipio se han registrado en el polígono industrial, en el Paseo Marítimo y en la calle Santa Margarita, todas ellas repuestas.

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