En concreto, la rentabilidad de los bonos españoles escalaba hasta el 5,06%, frente al 2,55% de los bonos alemanes. Asimismo, como prueba de la incertidumbre que golpea a la deuda española, el diferencial a plazos más cortos, como el existente entre el rendimiento de los bonos españoles y alemanes a tres años se disparaba a 270 puntos básicos.
Por otro lado, el diferencial de la deuda del resto de países de la periferia del euro registraba nuevas subidas. En concreto, la prima de riesgo de Irlanda escalaba hasta 618,7 puntos, mientras que en el caso de Grecia alcanza los 952,7 enteros y la de Portugal tocaba los 472,7 puntos.