En concreto, Bruselas cree que la economía española estuvo estancada durante el primer trimestre (0%), crecerá un 0,1% en el segundo trimestre tras siete trimestres de recesión, pero recaerá entre julio y septiembre (-0,2%). A finales de año volverá a haber una ligera recuperación (0,2%).
En todo caso, el Ejecutivo comunitario alerta que "cualquier retraso en la aplicación de los ambiciosos planes de consolidación fiscal previstos por el Gobierno podrían dañar la confianza interna y externa, lo que tendría efectos negativos en la economía real".
Pese a la salida de la recesión, España será la única gran economía de la UE que se contraiga este año (-0,4% del PIB, una décima más de lo que prevé el Gobierno), mientras que en 2011 la recuperación será débil (0,8%, frente al 1,8% que espera el Ejecutivo español). La Comisión ha revisado una décima al alza la previsión de crecimiento para España este año pero ha rebajado en dos décimas el pronóstico de 2011.
Además, el paro seguirá subiendo desde una media del 18% de la población activa en 2009 hasta el 19,7% este año y el 19,8% en 2011. No obstante, según la última encuesta de población activa, el paro supera ya ahora el 20%. Bruselas alerta de que "la alta segmentación en el mercado laboral puede provocar, como en el pasado, un importante incremento del paro de larga duración, reduciendo así el potencial de crecimiento de la economía española".
El déficit público, que se disparó al 11,2% del PIB el año pasado debido al aumento del gasto público para atenuar los efectos de la crisis y a la disminución de los ingresos, se reducirá muy lentamente hasta el 9,8% este año y el 8,8% en 2011, lo que pone en riesgo la exigencia de Bruselas de volver a situarse por debajo del umbral del 3% en 2013. También la deuda subirá rápidamente desde el 53,2% del PIB el año pasado, hasta el 64,9% este año y el 72,5% en 2011, todavía por debajo de la media de la eurozona (88,5% ese año).
El déficit por cuenta corriente, que el año pasado se redujo prácticamente a la mitad al caer desde el 9,5% al 5,1%, se mantendrá controlado en los dos próximos años en torno al 4,5%. También estará bajo control la inflación en torno al 1,6% tanto este año como en el siguiente, prácticamente al mismo nivel que la media de la eurozona.
Para el conjunto de la eurozona y para la UE, la Comisión augura un frágil crecimiento del 0,9% y del 1% del PIB, respectivamente (con una revisión al alza de dos y tres décimas respecto a las últimas previsiones de febrero). Francia y Alemania se distanciarán con un crecimiento del 1,2% y del 1,3% del PIB, respectivamente. Italia crecerá un 0,8% y Reino Unido un 1,2%. Y el plan de ajuste aprobado por el Gobierno griego provocará una contracción del 3% del PIB este año y del 0,5% el que viene.