La población de Santa Cristina d’Aro, una de las más castigadas por el nuevo apagón que ha llegado a afectar a unos 10.000 abonados de la provincia, vio ayer como alrededor de las 17.00 horas los operarios de Endesa proveían a los ayuntamientos de los mismos artefactos que ya se hicieron necesarios hace menos de dos meses.
Según la compañía eléctrica, los problemas se deben en este municipio, así como en Sant Feliu de Guíxols y, de forma residual, en Blanes, a la caída de un cable en un lugar de difícil acceso.
Otra situación diferente es la que se ha producido en las poblaciones de Llançà, Portbou y La Jonquera, donde el fuerte viento de componente norte conocido como tramuntana ha activado un sistema de protección que provoca la oscilación del fluido que aparece y desaparece a intervalos.
Las fuentes aseguran que los problemas afectan únicamente a urbanizaciones alejadas de los núcleos principales de población.
El caudal de los ríos en Girona ha aumentado también notablemente, aunque sin causar mayores problemas, mientras que el tráfico ferroviario, cortado durante la primera parte del día en el tramo entre Figueres y Portbou, está restablecido. Por lo que se refiere al tráfico rodado, los problemas aparecen sólo en la zona del Pirineo, donde la nieve ha dificultado la situación.
La situación del mar es también complicada a causa de las fuertes olas que provoca el viento, aunque se espera que éste amaine hoy. En todo caso, las mayores quejas de los ciudadanos se deben a los cortes de suministro eléctrico, a causa del recuerdo cercano de la situación vivida en marzo.
