El comedor social San Vicente de Paúl de la Macarena, más conocido como el comedor del Pumarejo por su anterior emplazamiento, reabre sus puertas por Navidad y lo hace con un "menú especial", con ocasión de estas fiestas, para casi 300 personas, en el que no faltará la tradicional sopa de picadillo, embutidos, carne en salsa y turrones y otros dulces navideños.
"Cada día tratamos de que la comida sea un extra para los más desfavorecidos, y más aún en estas fechas", asegura Sor Esperanza Gómez, hija de la Caridad, en declaraciones a Europa Press Televisión. No obstante, como el comedor no estará abierto en Nochebuena, los usuarios que se acerquen allí al mediodía en busca de alimento, recibirán "una bolsa con táperes con ensaladilla y caldo, junto con frutas y dulces de esta época, que tan bien les viene por su alto contenido en azúcar".
El equipo encargado de preparar la comida intenta adaptar su elaboración a las necesidades de determinados usuarios, como puede ser la población musulmana, que no puede tomar carne de cerdo, "de modo que ofrecemos alguna alternativa ese día concreto". De ello se ocupa una plantilla compuesta por once trabajadores, a la que se añaden unos voluntarios "muy comprometidos", muchos de ellos se están incorporando a esta labor social por primera vez: "Sevilla siempre se vuelca y nunca falta la solidaridad", subraya Sor Esperanza.
Pilar es una de las voluntarias que acude a diario a este comedor social y que ha visto "de todo" durante los más de 30 años dedicada a esta actividad. "Con la pandemia del Covid lo hemos pasado muy mal, pero esta labor es primordial para mí. No puedo dejar de venir aquí para colaborar. Mi experiencia personal es fantástica", añade.
"Supone devolver a la sociedad parte de lo que hemos recibido", apunta Manuel, otro voluntario. "Aporto lo que puedo a través de esta congregación religiosa, única en la forma de repartir cariño a los más necesitados". En este sentido, el perfil de los usuarios ha variado con los años. "Viene gente muy preparada que no ha sabido aprovechar la vida o ésta no les ha favorecido", señala Sor Esperanza.
El comedor, ubicado en la calle Aniceto Sáenz, en pleno barrio de la Macarena y muy cerca del Pumarejo, tiene como proyecto "agrandar más la instalación", pero "no sabemos cuántos de nuestros proyectos podremos realizar". Hermandades, supermercados, empresas y otras entidades sociales como Banco de Alimentos de Sevilla, "además de un sinfín de particulares", colaboran de forma frecuente con la institución mediante la donación de alimentos. "La gente se vuelca; al final se sale", concluye Sor Esperanza.