El mítico bar Santa Ana, ubicado en el barrio de Trina, se traspasa a finales de este año, debido a que su propietario se jubila después de haber estado 59 años tras la barra del bar. El negocio, considerado uno de los estandartes de Triana, será llevado a partir del próximo año por una empresa hostelera gaditana.
Pepe Cárdenas comenzó a trabajar en el bar con tan solo once años. En aquel tiempo se encargada de fregar los platos y llevar los cafés a los comercios cercanos del barrio. "Me tenía que subir en una cajita para alcanzar a la barra", cuenta Pepe. Después de seis décadas, se jubila para, según dice, dedicarse a disfrutar de la vida y atender a su familia; aunque reconoce que va a echar de menos la profesión y, sobre todo a su clientela: "Ya no son clientes, algunos se han convertido en familia".
El bar Santa Ana está ligado de forma estrecha al mundo cofrade y a la Semana Santa. Pepe Cárdenas es hermano de casi todas las hermandades de Triana y confiesa emocionado que lo que más va a echar en falta va a ser vivir el Jueves santo y la Madrugá en el local. "Ahora lo viviré de otra forma", concluye.