El Ayuntamiento de El Bosque y la Diputación de Cádiz apostaron por la idea de los organizadores de crear un Festival de Rock en la Sierra gaditana y a fe que la apuesta ha salido realmente ganadora.
El éxito de esta primera edición oficial realizada ayer sábado 24 de septiembre, ya se celebro una edición piloto el año pasado, es realmente indiscutible, por la calidad de las bandas y solistas participantes y por la gran respuesta del vecindario de El Bosque, que junto con numerosas personas llegadas desde otros puntos de Andalucía, dieron color y calor a un largo día en el que hubo música, pero también una mesa redonda en la que participaron, Casimiro Relinque en representación de la organización del festival. Pepe Ortega, un veterano gestor musical con un bagaje y experiencia fuera de toda duda, pionero en organización de festivales en la Sierra de Cádiz, como el Aljibe Festival. Nono García, uno de los mejores guitarristas de la actualidad, natural de Barbate y que fue muy aplaudido en sus intervenciones. Rafael Cuevas, vocalista y bajista de Black Ducados, además de periodista y experto en Marketing Digital. Completó la mesa quien les escribe estas líneas.
Justo después de esta interesante mesa redonda, realizada en el Hotel Las Truchas y que contó con numeroso público, encabezado por la Alcaldesa de El Bosque, Pilar García Carrasco, y otras personalidades de la localidad, llegó la actuación de Nono Garcia, sobre las 13:00 horas, en la espectacular terraza de este precioso enclave bosqueño.
A partir de ahí comenzaba una jornada en las calles y plazas de El Bosque en la que disfrutamos de un concierto realmente especial, el que ofreció Alfonso del Valle, junto a la banda Van Moustache, formada por Pablo Laborda, a la guitarra y Rafa Torres, al contrabajo. Un concierto en el que el original cantautor dejó su particularísima tarjeta de visita a sus nuevos vecinos. Se da la circunstancia de que Del Valle ha fijado su residencia, desde el pasado mes de febrero, en este precioso pueblo gaditano.
Cuando el reloj marcaba las 20:00 horas, con puntualidad inglesa, sonaban los primeros acordes desde la cabina que ocupó toda la velada la conocida Deeyeisa L-Nita, que comenzó a calentar un ambiente que ya no pararía de subir en temperatura y en decibelios.
El primero de los conciertos en la Plaza el Ayuntamiento situó a Javi Culebra y sus fieles Cheyennes en el escenario, y ya dejaron claro que la música rockera sería la protagonista del resto de la oferta nocturna del Avanti Rock Festival.
La segunda banda en aparecer ante el público fue Black Ducados, una formación que nos dejó un gran sabor de boca con temas de su repertorio y alguna versión de los históricos Burning, que fue muy aplaudida. Los sevillanos fueron jaleados en diferentes momentos por un público que se les entregó y agradeció su propuesta.
La noche continuaba agradable en lo meteorológico, pero lo que se veía en el escenario hacia subir la temperatura musical y ambiental. Llegó el turno de Avanti Rock, con Casimiro Relinque como frontman.
La actuación fue realmente espectacular y el público presente se dejaba llevar y participaba enérgicamente en cada canción y en cada llamada de Relinque a que disfrutaran del rock.
Después de una hora de actuación de Avanti Rock llegó el fin de fiesta con el clásico Rockin Tonight, de Silvio Fernández Melgarejo, en el que a los músicos de Avanti se sumaron Rafa Cuevas y Ramón Arias, de Black Ducados, y Javi Culebra. Todos juntos despidieron un festival que consiguió terminar su primera edición con un gran éxito, y ni un solo incidente digno de mención.
Pero el público no estaba dispuesto a que se acabara y presionó ruidosamente para que se ofrecieran algunas canciones más, y así fue.
Después de una versión histórica llego un Rezaré, que Relinque cantó sentado a pie de escenario y rodeado de un público que coreó la famosa canción del desaparecido rockero sevillano con fuerza y sentimiento.
Un bonito y emotivo final a un festival del que en el 2023 podremos disfrutar de su segunda edición oficial.
El Rock está más que vivo, y ayer pudimos comprobarlo en El Bosque, Cádiz.
