La actividad comercial del sector servicios en España se expandió durante el mes de agosto, aunque el ritmo de crecimiento fue leve, según refleja el índice de gerentes de compras (PMI, por sus siglas en inglés), elaborado por S&P Global, que en el octavo mes del año se situó en los 50,6 puntos, frente a los 53,8 enteros del mes anterior.
"La economía de España se encaminó hacia el estancamiento en agosto, ya que el sector servicios siguió la tendencia del sector manufacturero al registrar solo un crecimiento marginal", ha alertado el director económico de S&P Global Market Intelligence, Paul Smith.
El experto ha alertado de que las empresas temen que la inestabilidad y la inflación afecten a los clientes, sumándose esto a la preocupación de que la economía se está dirigiendo a un "invierno de desafíos y una posible recesión".
Las empresas observaron que las ventas tanto en el país como en el extranjero fueron más bajas. Los nuevos pedidos de exportación cayeron por segundo mes consecutivo y a un ritmo más pronunciado que el registrado para los nuevos pedidos en general.
De su lado, los precios siguieron registrado señales de "inflación elevada". Sin embargo, la encuesta elaborada por S&P concluye que los precios pagados por los insumos como los precios finales cobrados "aumentaron a tasas más lentas".
"Los combustibles, la energía y los salarios siguieron siendo las principales fuentes de precios más altos, que en general aumentaron en agosto por vigésimo séptimo mes consecutivo. No obstante, la tasa de inflación mantuvo su reciente tendencia a la baja, cayendo a su nivel más bajo desde octubre", ha concluido el informe elaborado por la firma.