Rodríguez Zapatero recibió de manos del ministro sueco de Exteriores, Carl Bildt, el testigo de la presidencia rotatoria de la UE, simbolizado en un cilindro con la bandera europea y la de ambos países y el texto del Tratado de Lisboa, en el marco de la gala inaugural del semestre español al frente de la Unión celebrada en el Teatro Real de Madrid.
En su intervención, el presidente del Gobierno subrayó que la solución al desempleo provocado por la “grave crisis” económica que la UE empieza ahora “a remontar” únicamente se podrá abordar “con una Europa más competitiva e innovadora, capaz de hacerse valer en los nuevos escenarios de la globalización”.
Tras agradecer a Suecia la “eficacia” de su semestre al frente de la UE, instó asimismo a afrontar el “reto inaplazable” de reforzar el papel de la Unión en el nuevo orden internacional multipolar y valoró el “momento estratégico” para el futuro de Europa que ofrecen los instrumentos del Tratado de Lisboa.
“Sabemos que las expectativas son grandes; España va a dar lo mejor de sí misma para no defraudarlas”, afirmó Zapatero, quien recordó el XXV aniversario de la adhesión a la UE para proclamar: “No podía haber un momento mejor para revalidar nuestro compromiso histórico, existencial, con Europa; nuestro compromiso con la libertad, la convivencia y la solidaridad”.
Antes de hacerle entrega del simbólico testigo, que ha sido guardado en una caja de madera, Bild destacó el papel de España como uno de los principales impulsores de las reformas que han desembocado en el Tratado de Lisboa y se mostró convencido de que la presidencia española contribuirá al éxito del proceso de integración en un momento en que “empieza una nueva era para Europa”.
El jefe de la diplomacia sueca, partidario de que las puertas de la Unión permanezcan abiertas para Croacia, Turquía y futuros candidatos, advirtió de que la UE debe liderar la lucha contra el cambio climático y afrontar “tareas ingentes” para superar la “profunda crisis económica”, después de no haber logrado el progreso en desarrollo económico prometido hace una década.
A esta ceremonia, presidida por los Reyes junto a los Príncipes de Asturias, asistieron el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y el de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, así como el de la Eurocámara, Jerzy Buzek, y el comisario europeo Joaquín Almunia, propuesto como vicepresidente de la CE responsable de Competencia.
Tras el relevo simbólico entre España y Suecia, que tuvo lugar en el Salón Goya del Teatro, los cerca de 1.500 invitados presenciaron un espectáculo de danza protagonizado por Tamara Rojo y María Pagés.
El Rey fue recibido a la entrada del Teatro por Zapatero, Esperanza Aguirre y Gallardón.
Después del simbólico traspaso institucional de la presidencia europea, el himno nacional español ha dado paso al espectáculo de danza de Rojo y Pagés, antes de que el Coro Nacional de España ha interpretara el “Himno a la alegría” de la Novena Sinfonía de Beethoven, adoptado por la UE como himno de la Unión.