Melilla ha registrado este miércoles un intento de entrada "violento" de 12 de migrantes, de los que siete han logrado pasar a suelo español y cinco han sido rechazados, una acción en la que un guardia civil ha necesitado ser hospitalizado tras ser agredido con un garfio para escalar la doble valla de seis metros de altura cada una que separa la localidad norteafricana con Marruecos.
Según ha informado a Europa Press un portavoz de la Delegación del Gobierno en Melilla, los hechos han ocurrido sobre las 4,30 horas, momento en el que se ha producido el intento de entrada del grupo reducido de subsaharianos por la zona próxima a Barrio Chino.
La citada fuente ha destacado que, "a pesar del dispositivo anti-intrusión de la Guardia Civil y de la colaboración de las fuerzas marroquíes, de los 12 que han intentado acceder, lo han logrado siete migrantes".
El portavoz gubernamental ha resaltado además que, "fruto de la violencia con la que se ha producido el salto, un agente de la Guardia Civil ha resultado herido". Concretamente, el guardia civil ha necesitado intervención médica y varios puntos de sutura "debido al acometimiento con un garfio a la altura del mentón" que le propinó uno de los migrantes que pretendía pasar a la fuerza a la ciudad autónoma.
PRESIÓN MIGRATORIA
Los hechos ocurridos este miércoles forman parte de la presión migratoria que ha sufrido Melilla durante todo el verano y este principio de otoño. El último hecho de estas características ocurrió el pasado 1 de octubre, cuando fuerzas de seguridad de España y Marruecos impidieron la entrada de 700 migrantes de origen subsahariano que a lo largo de la madrugada se fueron acercando al perímetro fronterizo "con tácticas militares" con la intención de acceder irregularmente en la ciudad española.
El portavoz destacó que la Guardia Civil ha constatado que "venían perfectamente organizados y utilizando tácticas militares, dividiéndose en grupos para disgregar a las fuerzas que vigilan el vallado".
Antes, pasado martes 21 de septiembre, un total de diez migrantes consiguieron acceder a Melilla cuando formaban parte de un grupo de 50 personas que protagonizaron una avalancha sobre la alambrada que separa la ciudad española de Marruecos.
Unos días después, el viernes 24 de septiembre, las fuerzas de seguridad de ambos países evitaron la entrada masiva a Melilla de un grupo formado por 400 migrantes "a pesar de la violencia empleada" por estas personas en su intento por saltar la doble valla que separa la ciudad española del reino alauí.
Otros episodios en la frontera tuvieron lugar el sábado 28 de agosto, cuando las fuerzas de seguridad de España y Marruecos impidieron a primeras horas del día el intento de entrada irregular de 350 migrantes subsaharianos a Melilla por la frontera de Beni-Enzar, el domingo 5 de septiembre cuatro a nado por la zona norte y el lunes día 6 tres por el vallado de Aguadú.