Rafael Fortes Pérez es un marinero malagueño que está cerca de hacer historia. Este miércoles 11 de septiembre estará en La Rochelle (Francia), desde donde partirá con su barco para completar una de las regatas más duras del mundo. Su reto es cruzar el Océano Atlántico en solitario, un desafío para el que lleva preparándose dos años: “cuando salió la edición del año 2017 fui a ver la salida y ya tenía decidido que quería hacer la de 2019”.
Este regatista nos ha recibido en Sotogrande, y junto a su hijo Johnny nos ha contando sus sensaciones antes de afrontar una competición de tanta dureza como esta.
¿En qué consiste este nuevo reto?
–Es una regata que consiste en cruzar el Atlántico en solitario. Salgo de La Rochelle (Francia), hago escala en las Islas Canarias, donde me quedaré un tiempo para reponer fuerzas y esperar que acabe la temporada de huracanes. Después desde Canarias saldré hasta el Caribe.
¿Cuanto dura la regata?
–Tengo que estar en Francia el 11 de septiembre, para el tema de la inspección de seguridad y del barco. Después la salida es el día 22 de septiembre, se tardará entre 13 o 15 días en llegar a Canarias y allí pararemos cerca de 25 días. Volvemos a salir hasta el Caribe y tardaremos otros 15 días, algunos más si la cosa se tuerce.
¿Cómo se gestiona la seguridad de los patrones?
–La organización de la regata te exige una serie de pruebas para poder clasificarte. Hay una serie de regatas de la clase “mini” que son obligatorias para acceder a la prueba. Hay que hacer 1500 millas en regata, después 1000 millas en solitario, que es la prueba psicológica en la que te ves más solo y la que necesita mayor preparación. En las otras regatas pues vas rodeado de más barcos, hay un cierto apoyo. Psicológicamente las 1000 millas es una prueba necesaria, te das cuenta de lo bien o mal preparado que llevas el barco.
¿Cuáles son las medidas de seguridad?
–Hay una lista bastante grande de medidas de seguridad, se revisa todo. Hay una muy importante, que se llama la línea de vida. De hecho si vas solo en el barco y te caes hay una alta probabilidad de perderte en medio del mar. El barco lleva su piloto automático y subirte al barco es bastante complicado. Yo he hecho la prueba de tirarme con el agua en calma y es difícil volver a bordo. También tenemos una escalera extensible que te ayuda a subirte en el caso de una caída. Es obligatorio chaleco salvavidas, una radio baliza individual para que te puedan rescatar y otra que va en el barco, ambas para que te puedan localizar en el caso de que tengas algún problema o necesites ayuda. Esos son los medios de seguridad más destacables, pero tenemos muchos más.
¿Cómo es el día a día en el barco?
–En el barco no se para, al final vas de competición y el que más trabaja es el que acaba ganando. La suerte influye, pero no se para. Llevamos un piloto automático y cuando tienes que cambiar velas, trimar o dormir pues pones el piloto y aprovechas. El sueño es una cosa que se entrena bastante, lo normal es dormir dos horas, si hay otro barco cerca pues te pones el despertados y vas calculando para no chocar. Hay gente que estudia su propi0 sueño para dormir lo menos posible. A mí se me ha dado el caso de una avería en el piloto y tener que dormir a la deriva. En el día a día no se para, tienes que estar atento a todo. La experiencia es esa, que no paras.
¿Qué apoyos económicos tienes?
–Cuando salió la edición del año 2017 fui a ver la salida y ya tenía decidido que quería hacer la de 2019. Pedí un préstamo personal para comprar el barco y me tiré a la piscina. Pensé que en dos años tenía más que tiempo suficiente para ir encontrando sponsors. Pero la verdad es que no he encontrado nada prácticamente en toda la clasificación. En estos dos años no he tenido apoyos y he ido corriendo con el trabajo y tirando de los ahorros que tenía. Ahora mismo tengo el apoyo de Sotogrande, del varadero de Sotogrande y de electrónica Selemar, que me echa una mano con el tema de los equipos electrónicos a bordo. Ahora mismo esos son los sponsors que tengo. Y por supuesto mi padre, que le tuve en secreto el proyecto un año pero al final acabó enterándose y me ha mostrado mucho apoyo.
¿Tu padre también era patrón de barco?
–No mi padre no ha querido dar el paso. He intentado introducirlo en el mundo náutico pero no ha querido.
¿Cómo ves el estado de salud de la náutica en Andalucía?
–Hay muy buenos regatistas. Después de la crisis que hemos tenido está volviendo a resurgir. Estamos viendo más movimiento, esta temporada ha sido bastante buena. No se puede comparar con Palma ni con Barcelona pero está bastante bien.